El organismo y el Poder Ejecutivo acordaron reducir el stock de ese tipo de títulos indexados, que representan el 82% del financiamiento en pesos del Tesoro. En Economía creen que mientras la economía registre crecimiento habrá capacidad de pago
Uno de los números que encendió alarmas en el mercado en los últimos meses fue la cantidad de deuda indexada que emite el Tesoro para conseguir financiamiento en pesos, en un contexto de aceleración de precios. Sin ir más lejos, el 82% de los títulos públicos en moneda nacional que circulan en el mercado están atados a la inflación. Desde el Gobierno aseguran que esa “bola de nieve” de deuda no representa un problema para la sostenibilidad de las finanzas públicas porque el Estado tendrá capacidad de pago mientras la economía registre crecimiento.
La evolución de los niveles de la deuda en pesos y más específicamente la que está atada a la suba de precios, es una de las preocupaciones que tiene el Fondo Monetario en el frente financiero, en un contexto de conversaciones técnicas que ya se iniciaron entre el Poder Ejecutivo y el organismo para llevar adelante la primera revisión trimestral de metas y la recalibración de proyecciones de inflación y subsidios.
Para algunos analistas, la deuda en pesos -en un contexto de un mercado internacional cerrado y con un compromiso de fuerte reducción de la asistencia monetaria al Tesoro desde el Banco Central- es uno de los elementos a observar con atención. Los números oficiales hablan de un fuerte crecimiento en este tipo de activos con los que el Gobierno consigue pesos para cubrir su déficit.
Desde el Gobierno aseguran que esa “bola de nieve” de deuda no representa un problema para la sostenibilidad de las finanzas públicas porque el Estado tendrá capacidad de pago mientras la economía registre crecimiento
La relevancia de la deuda indexada formó parte de las conversaciones con el Fondo Monetario. El Ministerio de Economía aseguró en la letra chica con el organismo que buscará reducir el peso de la deuda indexada a los precios y que intentará diversificar el menú de bonos que ofrece a los inversores del mercado local. Casi el 60% de los vencimientos en pesos de los próximos meses están explicados por este tipo de instrumentos de financiamiento.
“Conforme al sendero proyectado de desinflación, tenemos previsto reducir gradualmente el uso de instrumentos vinculados a la inflación, ampliar la cartera de instrumentos de deuda de referencia y extender el perfil de vencimientos”, consideró el memorando de entendimiento con el FMI. En el Gobierno nacional aseguran que esa premisa se mantiene pero relativizan los tiempos.
Un alto funcionario del equipo económico aseguró en diálogo con Infobae que esa meta de recortar el uso de bonos indexados solo podría lograrse en un contexto de inflación en desaceleración, lo contrario a lo que sucedió en los últimos meses y, espera el Gobierno, el escenario de acá en adelante.
¿Cuáles son los tiempos del Fondo para este compromiso asumido por el Gobierno? Según afirman en el Palacio de Hacienda, el organismo querría que esa reducción en la cantidad de bonos CER sea “lo antes posible”, pero los funcionarios argentinos plantean que aún no están dadas las condiciones. Otra cuestión que planteó el Fondo pero que no tiene aún hoja de ruta es una “simplificación” del menú que ofrece Finanzas a los inversores, con una menor variedad de títulos. En el Gobierno reconocen que es un trabajo a mediano y largo plazo y que sería difícil plantear ese escenario en la actualidad.
La relevancia de la deuda indexada formó parte de las conversaciones con el Fondo Monetario. El Ministerio de Economía aseguró en la letra chica con el organismo que buscará reducir el peso de la deuda indexada a los precios
Una pregunta que sobrevuela es si el Gobierno tiene la capacidad de repagar esos bonos indexados. Desde un despacho oficial creen que la sostenibilidad de este tipo de deuda en pesos está marcada por el ritmo de crecimiento que tenga la economía argentina. La lógica es que la propia inflación es la que “paga” la mayor parte de esos bonos, a través de una mayor nominalidad y una mayor recaudación impositiva que eso implica.
La otra parte, que no estaría cubierta, es la tasa extra que paga el Tesoro a los inversores por este tipo de títulos públicos. “Eso es lo que se paga con el propio crecimiento de la economía, así es como se considera la sustentabilidad de esos bonos”, argumentó un funcionario económico. “Nuestra previsión es que la economía crezca este año 4% o más, así que eso no tiene que ser un problema”, mencionó.
Otra alarma en el tablero de control fue que en el último mes el Gobierno no logró cubrir la totalidad de vencimientos de deuda en pesos que tenía, en un mes que ya se planteaba como muy exigente para la Secretaría de Finanzas. Desde Economía relativizan ese traspié y lo equiparan, en clave futbolera, a una definición por penales: “Mirar lo que pasó en abril es quedarse con un penal errado, pero si mirás toda la serie todavía estamos arriba”, graficaron.
En marzo, mes de la inflación mensual récord, el peso de la deuda indexada del Tesoro siguió en crecimiento. Según datos oficiales, en marzo creció un 10% el stock de bonos atados al índice CER, por lo que alcanzó en total los 7,7 billones de pesos. Este tipo de títulos que siguen la evolución de los precios, además, representan el 82% del total de deuda que circula en moneda local.
En marzo, mes de la inflación mensual récord, el peso de la deuda indexada del Tesoro siguió en crecimiento. Según datos oficiales, en marzo creció un 10% el stock de bonos atados al índice CER, por lo que alcanzó en total los 7,7 billones de pesos.
Como referencia, en marzo el Tesoro afrontó vencimientos por $637.317 millones y colocó instrumentos por un valor efectivo de $954.848 millones, informó la Secretaría de Finanzas. De ese total, un 77% correspondieron a instrumentos ajustables por CER, un 22% a instrumentos a tasa fija y el restante 1% a instrumentos a tasa variable.
Ese último dato marca la relevancia que tomaron las colocaciones de deuda en pesos en el programa de financiamiento del Tesoro. Mientras en marzo, 77 de cada 100 pesos emitidos fueron indexados, en febrero esa proporción era de 55 pesos por cada 100 y en enero de 43 por cada 100.
De todas formas, hay otros números que refuerzan esa idea. Por ejemplo, en el stock total de bonos que circulan en el mercado, cuántos están indexados y cuántos son a tasa fija. La deuda en pesos ascendió a marzo a 9,3 billones de pesos, un incremento de 9% en términos mensuales. Pero al analizar en detalle, se ve que de ese total 7,7 billones corresponden a bonos CER, con una suba del monto en circulación de 10% en un mes, es decir un 82% del total. Como referencia, el resto de la deuda en moneda local avanzó en comparación con febrero a ritmo de 7 por ciento.