Javier Milei define una visita relámpago a Kyiv para ratificar su apoyo a Volodimir Zelensky cuando las tropas rusas avanzan sobre territorio ucraniano y la opinión pública en Europa y Estados Unidos exhibe cierto hartazgo respecto a la guerra ilegal que desató Vladimir Putin.
Milei será el primer mandatario de América Latina que viaje a Ucrania en pleno conflicto, mientras Zelensky intenta contener una profunda ofensiva militar ordenada por Moscú.
Estados Unidos y Europa se encuentran en un proceso electoral y la guerra en Ucrania es un factor político que ya se toma en cuenta al momento de facilitar la ayuda económica y aprobar la entrega de insumos bélicos a Zelensky.
Antes de aterrizar en Ucrania, el presidente llegará a Madrid para recibir el Premio Juan de Mariana 2024. La ceremonia está prevista para el 21 de junio y exhibirá la ausencia de relación política con Pedro Sánchez: Milei no se reunirá con el jefe de Estado de España y agenda encuentros con la oposición al gobierno socialista.
Milei y Sánchez tienen profundas diferencias ideológicas que aparecen sin maquillaje cuando opinan de la situación en la Franja de Gaza, el proceso electoral en Venezuela, el derecho al aborto y las consecuencias globales del Cambio Climático.
El Premio Juan Mariana fue recibido por Mario Vargas Llosa, Antonio Escohotado, que tuvo una mirada particular sobre el consumo de drogas, y Jesús Huerta del Soto, un referente económico del mandatario argentino.
Estados Unidos y Europa se encuentran en un proceso electoral y la guerra en Ucrania es un factor político que ya se toma en cuenta al momento de facilitar la ayuda económica y aprobar la entrega de insumos bélicos a Zelensky.
Antes de aterrizar en Ucrania, el presidente llegará a Madrid para recibir el Premio Juan de Mariana 2024. La ceremonia está prevista para el 21 de junio y exhibirá la ausencia de relación política con Pedro Sánchez: Milei no se reunirá con el jefe de Estado de España y agenda encuentros con la oposición al gobierno socialista.
Tras su triunfo en el balotaje, Milei recibió un llamado de Olaf Scholz para iniciar el diálogo oficial y quedaron en fijar una bilateral. Después hubo una posibilidad de reunirse en el Foro de Davos, que no sucedió por la agenda de ambos mandatarios. Y ahora es muy probable que el presidente viaje desde Hamburgo a Berlín para mantener un cónclave con el canciller alemán.
Milei quiere hablar con Scholz sobre su programa económico, alentar las inversiones de Alemania en Argentina, explicar su agenda mundial y agradecer el apoyo en las negociaciones con el FMI (Fondo Monetario Internacional).
El primer mandatario tiene una relación política ambivalente con Emmanuel Macron: coinciden en la defensa de Israel y Ucrania, y difieren respecto a Donald Trump, el Cambio Climático, el acuerdo Mercosur-Unión Europea y el derecho al aborto.
Sin embargo, ambos mandatarios tienen cercanía personal y chatean sobre fútbol y economía. Antes de correrse al centro del tablero, Macron siempre creyó en los mercados y en la necesidad de achicar el peso específico del Estado.
Macron llegará a Brasil en las próximas semanas, antes de visitar Guyana. Tendrá una cumbre con Lula da Silva en Brasilia y después regresará a París. En junio, antes o después de visitar a Zelensky en Kyiv, Milei será recibido por Macron en el Palacio Eliseo.
La reunión será para poner en marcha un posible acuerdo estratégico que beneficiaría a los dos partes. Milei y Macron intentan sellar una entente que los ubique como los referentes obligados de América Latina y Europa, al momento de establecer una agenda común entre ambos bloques geopolíticos.
Esa voluntad personal, que apuesta a la construcción de un tándem de poder, estaría por encima de las diferencias que tienen sobre el Cambio Climático, la eventual llegada de Trump a la Casa Blanca y el impacto económico del acuerdo Mercosur-UE.
Macron ya lo intentó con Mauricio Macri y Alberto Fernández, y no funcionó. Para Milei sería la primera vez y se trata de una posibilidad que sólo podría alcanzar con Georgia Meloni, primer ministra de Italia. Sánchez es reluctante de la ideología de Milei y Scholz tiene su propia agenda que está condicionada por su política doméstica y el peso del Partido Verde de Alemania.