Tucumán revitalizó al PJ del interior. Los líderes de Juntos por el Cambio celebraron la victoria de Poggi en la San Luis de los Rodríguez Saá, el triunfo en Corrientes de Valdés y de Cornejo en Mendoza. ¿Qué significa la nueva decepción electoral del líder libertario? El análisis de cuatro elecciones clave
Fue un fin de semana de elecciones donde estuvo la regla, la excepción y una decepción que pone en duda todas las proyecciones que se dan por ciertas. En las cuatro provincias donde se votó revivió el bicoalicionismo de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos que viene ordenando la política argentina de la última década. No hubo tres tercios, básicamente, porque el “cuco” electoral que viene atormentando a la política tradicional, Javier Milei, se diluyó en la intrascendencia de otro candidato fallido.
El peronismo pudo celebrar una victoria esperada en Tucumán, que dejó a Juan Manzur proyectado hacia la discusión nacional; mientras que el eje PRO-UCR festejó el batacazo de San Luis -que era esperado-, una victoria con lecturas contrapuestas en Mendoza y la confirmación de una hegemonía blindada en Corrientes en las elecciones legislativas de medio término. En Córdoba se votaron cargos municipales, y el peronismo provincial y JxC se repartieron, alternativamente, victorias y derrotas.
Salvo en San Luis, donde la dinastía de los Rodríguez Saá dejó de ser el centro de gravedad del poder provincial por primera vez en 40 años de democracia y se produjo una histórica victoria de Claudio Poggi, en el resto de los distritos que votaron este domingo, la mayoría registraron triunfos oficialistas, un fenómeno que viene ocurriendo desde que se inició este agotador calendario, donde cada mes hay, al menos, una elección.
Antes del análisis de cada provincia, es importante ponerle dimensión a lo que ocurrió ayer. Según el padrón nacional oficial, estaban habilitados para votar más de 4 millones de argentinos, que representan cerca del 12% del total país: Mendoza (1.439.463 electores); Tucumán (1.267.045 electores); Corrientes (894.376 electores); y San Luis (393.472 electores). En Córdoba, las elecciones ocurrieron en 32 municipios, y el número no altera el global. Antes de este domingo, fueron a las urnas la siguiente cantidad de electores: en Neuquén, 526.441; en Río Negro, 560.880; en Misiones, 948.500; en Jujuy, 573.326; en La Rioja, 294.509; en Salta, 1.051.142; en La Pampa, 293.790; en Tierra del Fuego, 141.548; y en San Juan -sin gobernador-, 579.913.
Salvo en Neuquén, donde el ex MPN Rodolfo Rolo Figueroa venció al oficialista Movimiento Popular Neuquino que respondía al caudillismo prepotente del clan Sapag; y ayer Poggi, que con apoyo de Adolfo Rodríguez Saá, le ganó al candidato de su hermano, el actual gobernador Alberto Rodríguez Saá, en el resto de las provincias ganaron los oficialismos. El peronismo, sus aliados provinciales y los radicales, revalidaron sus títulos. Y las derrotas fueron, en los hechos, cismas o astillas del mismo palo.
analizar los pormenores de este nuevo round electoral a tres destacados analistas políticos, Federico Aurelio (Aresco-Julio Aurelio); Lucas Romero (Synopsis) y Shila Vilker (TresPuntoZero). Los tres coincidieron en que se repitió la tendencia de que los oficialismos provinciales ganan porque logran despegarse de la dinámica nacional, que la mala performance de Milei es uno de los datos salientes del domingo, y que lo ocurrido en San Luis, si bien tiene un impacto simbólico importante, es la consecuencia de la fractura del clan Rodríguez Saá.
Ahora, el interrogante que se abre es ¿pueden todos estos resultados estar anunciando alguna tendencia en el ámbito nacional? ¿Cuando se vote en las PASO del 13 de agosto, se repetirá en esas provincias las mismas dinámicas? “No se puede sacar conclusiones de lo nacional a partir de estas elecciones”, aclaró Aurelio. “En todas estas provincias, la gente está pensando absolutamente en lo provincial, no están teniendo en la cabeza lo nacional. Tienen un nivel de satisfacción lo suficientemente importante como para avalarlo con el voto de una manera tan contundente”, agregó.
Shila Vilker también advirtió que no es apropiado “pensar las fotos de las elecciones provinciales termine influyendo en la cuestión nacional. El ejemplo de esto es Javier Milei, que en el ámbito provincial no influye, pero sí lo hace en la cuestión nacional”.
“Hasta ahora, hay una elección de tres. El electorado aún está pidiendo salir de la opción radicales y peronistas. Es basta de lo conocido”
La victoria de Claudio Poggi, histórica y por un amplia diferencia frente los sublemas que impulsaba Alberto Rodríguez Saá, fue uno de los datos distintivos que tuvo la jornada electoral y que fue capitalizado, sobre todo, por el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Romero subrayó que, en línea a la propuesta del jefe de gobierno porteño termina, Poggi ganó con una coalición amplia, que convocó a peronistas, radicales, el PRO y dirigentes, incluso, como Adolfo Rodríguez Saá. El senador hasta hace pocas semanas se fotografiaba con Cristina Kirchner en primera fila.
Convalida, para Romero, una construcción exitosa, que “no es purista”. “Poggi es difícil definirlo como peronista, pero en el lugar común surgió de los Rodríguez Saá, fue gobernador de ellos, y después fue incorporado a Juntos por el Cambio y Larreta apostó mucho por él, que terminó ganando”.
Por su parte, Federico Aurelio resaltó también que Poggi “se manejó con un nivel de autonomía importante, al punto que los Rodríguez Saá decidieron desplazarlo de todos los cargos y por eso terminó corrido y se incorporó a Cambiemos. “Este Poggi seguramente va a tener más autonomía que antes, aún cuando tenga a Adolfo Rodríguez Saá detrás y con un rol en el nuevo gobierno”.
La elección de Tucumán dejó como principal ganador a Juan Manzur, que si bien tuvo que abandonar su lugar en el binomio por orden de la Corte Suprema, se encumbró como jefe de la campaña victoriosa y, por eso, hombre con pergaminos revalidados para meterse en la discusión nacional, sobre todo de candidaturas. Tucumán es la tercera provincia más importante gobernada por el peronismo, después de Santa Fe y Buenos Aires, dos distritos donde las chances de victoria están en principio comprometidas.
Si bien se preveía que Juntos por el Cambio podía hacer una buena elección, Roberto Sánchez apenas obtuvo el 35% frente al 58% de la fórmula ganadora. Jaldo recordó a la Corte Suprema de Justicia y dijo que “perdió” al igual que los candidatos y los referentes nacionales opositores.
En ese sentido, Shila Vilker advirtió que el fallo del máximo tribunal “terminó siendo un búmeran, y terminó trabajando para el peronismo. No es un fenómeno nuevo, porque ya se dio en San Juan, que también le impidieron a Sergio Uñac ser candidato y el peronismo se quedó con el 70 por ciento de las intendencias”.
Manzur y Osvaldo Jaldo, el mandatario electo, se mostraron anoche junto a Gildo Insfrán, gobernador de Formosa, presidente del Congreso del PJ, Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Ricardo Quintela (La Rioja); Raúl Jalil (Catamarca); y varios vicegobernadores. Luego llegó el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y hoy será visitado por Alberto Fernández.
“Estos dirigentes provinciales que lograron este acompañamiento en sus provincias van a ser deseados por todos los candidatos presidenciales del peronismo. Por eso la presencia de Wado De Pedro buscando capitalizar parte de este triunfo”, dijo Federico Aurelio, aunque relativizó que puedan conseguir un lugar en la fórmula presidencial: “Tampoco hay demasiado tiempo hasta el 24 de junio”.
Para Lucas Romero, el resultado de Tucumán “fortaleció a Manzur” debido a que en la previa existía la presunción de que podía haber un resultado más parejo con Juntos por el Cambio, algo que finalmente no ocurrió. “Los gobernadores van a tratar de hacer causa común para poder poner o incidir en la confección de la oferta electoral del oficialismo, que por otra parte no la tuvieron en el 2019, porque estuvieron muy relegados”, explicó el titular de Synopsis.
Así como ocurrió en La Rioja, con Martín Menem, que quedó lejos, con el 15% de los votos para gobernador, Ricardo Bussi, de Fuerza Republicana, obtuvo apenas el 4% de los votos. Son los dos candidatos con los que Milei se había comprometido de manera personal. Eran los “propios”, pero que quedaron bastante más lejos de lo esperado, como también tuvieron magras cosechas en Tierra del Fuego, en Neuquén, entre otros.
Shila Vilker destacó que este resultado es relevante porque “ya se empieza a ver en los grupos focales a nivel nacional cierto desencanto con Milei por los resultados en las provincias. Aparece la pregunta ¿si no puedo construir nada en ninguna provincia cómo va a poder en el gobierno nacional?”.
Romero coincidió que en Tucumán el dato sobresaliente del domingo fue, además de una victoria holgada de Manzur y Jaldo, “la mala elección del candidato de Javier Milei”. “No hay duda que Milei mide lo que mide en el consenso de las encuestas. A todos nos da lo mismo ¿pero cómo se explica que sus candidatos tengan estos resultados? -afirmó el titular de Synopsis- Más allá de la ratificación de que le falta estructura, plantea un interrogante y un síntoma de algo que puede estar ocurriendo, que es un retroceso”.
Federico Aurelio coincide que el resultado decepcionante del líder libertario plantea el interrogante: “¿Cómo puede ser que tenga más de 20 puntos en las encuestas, si sus candidatos no llegan al 5%? A Bussi, que llegó a tener 15 puntos y su padre llegó a ser electo gobernador, no le sumó votos, sino que por distintos factores le restó y terminó haciendo una muy mala elección”.
“Es la segunda vez que pasa. Tanto en La Rioja, con Martín Menem, como con Ricardo Bussi, en Tucumán. Milei no tiene ninguna impronta provincial. El fenómeno Milei está muy pensado en términos nacionales y en los temas vinculados a la economía.
“Es una señal que deberá tener en cuenta de que no tiene asegurado el caudal electoral que hoy se ve en las encuestas nacionales. De la misma manera que tuvo un crecimiento muy rápido en pocos meses va a tener que sustentar ahora mucho más su posicionamiento”, explicó Aurelio y agregó que por “no tener estructura en ninguna provincia, Milei puede tener serias dificultades para la fiscalización, sino convocar a dirigentes provinciales y municipales que avalen su candidatura”.
En Mendoza, el senador Alfredo Cornejo se impuso en la interna de Cambia Mendoza por una diferencia de casi 100 mil votos ante el ex diputado nacional Luis Petri, que fue la gran sorpresa de este domingo, ya que cosechó cerca del 18% de los votos, un caudal inesperado. Además, el ex halcón del PRO, Omar De Marchi, quedó consolidado como el gran opositor, al obtener más del 22% de los votos, dejando en un tercero y deslucido lugar al peronismo que es conducido por La Cámpora.
En la provincia, Patricia Bullrich se hizo presente y buscó capitalizar como propio esa victoria, mientras suena el actual mandatario Rodolfo Suárez como uno de los nombres que sonaban como su posible compañero de fórmula.
Shila Vilker destacó que “este resultado debe inscribirse de cara a la Convención Nacional del radicalismo y explica por qué Bullrich viajó a la provincia y no tiene pensado moverse de ahí. Y para Cornejo, llegar con la victoria, es un antecedente importante. Es el candidato que más votos sacó en Mendoza, se impuso en su espacio y frente al resto ¿qué más se le puede pedir?”. También consideró que la buena performance de Petri tiene que ver “con que él es una novedad” en el sistema.
Para Lucas Romero, los dos datos que dejó la elección de Mendoza fue la buena elección de Luis Petri -”que nadie vio venir”, advirtió- y un resultado por debajo de las expectativas del senador Cornejo. “El mito era que Cornejo era el dirigente que controlaba el radicalismo de Mendoza y acá le apareció un competidor importante, que deja un interrogante abierto sobre esa idea”, explicó. Y también la performance de Omar de Marchi, el ex halcón del PRO que rompió con Cambia Mendoza, y cosechó más del 21% de los votos.
“También es una señal de que hay nuevos dirigentes. Ha hecho una gran elección Petri, con más de 16 puntos. Si bien le suma al espacio de Cornejo, le impide a Cornejo tener la contundencia que seguramente él hubiera pretendido tener para nacionalizar su triunfo. Con un caudal electoral que no llega al 30% de los votos, difícilmente va a poder nacionalizar su elección y tendrá que hablar de la importancia que tiene Cambiemos”, explicó el director de Aresco Julio Aurelio.
Además de coincidir con la perspectiva de Romero, Federico Aurelio completó: “Independientemente del triunfo de Cambiemos, que fue contundente, hay un peronismo con una severa crisis que lo dejó en un tercer lugar, por lo cual va a tener que replantearse todo. Es un peronismo que gobernó muchas veces Mendoza y que, indudablemente va a tener que hacer una autocrítica y una renovación importante de sus dirigentes”, afirmó Federico Aurelio.
El otro dato es que el peronismo, cuya figura central es la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti, una dirigente de La Cámpora y de extrema confianza de Cristina Kirchner, si bien logró que el candidato que ella apoyaba, Parisi, se impusiera en la interna, el PJ quedó tercero, con el ganador cosechando menos de 8% de manera individual.
Por su parte, Romero resaltó que la perfomance de De Marchi, después de la crisis nacional que generó por su decisión de romper el frente Cambia Mendoza, “los números no lo están acompañando y no da la sensación de que esté competitivo para pelear la gobernación”.
El gobernador Gustavo Valdés, radical y de excelente relación con Rodríguez Larreta, se impuso por más del 65 por ciento en las elecciones legislativas de medio término, mientras que el peronismo -que tras la muerte del ex senador Fabián Ríos, tiene el liderazgo vacante- quedó muy lejos, con cerca del 30%.
“Corrientes se ha consolidado como la versión radical de las provincias del norte, que en general son gobernadas por el peronismo y que consiguen triunfos arrasadores. Valdés ha construido un espacio propio y consolidado que lo impulsa como una de las opciones para discutir o integrar fórmulas”, explicó Lucas Romero.
Fuentes del peronismo de Corrientes aseguraron que el balance de las elecciones legislativas no fue negativo para ellos, resaltaron que hubo un retroceso del orden del 10% y aclararon que todavía no se consolidó una nueva conducción provincial del partido.
Por otra parte, en Córdoba también hubo elecciones municipales en 35 localidades de Córdoba, de las cuales se votó en 32 ya que en tres hubo lista única. Hacemos Unidos por Córdoba recuperó 8 municipios.
En Montecristo ganó Daniel Alejandro Haniewicz; en las Higueras, Giafranco Lucchesi; en Piquillín, David Moreno; en Agua de Oro, Miguel Aguirre; en Saturnino Laspiur, Horacio Depetris; en Ballesteros, Graciela Sánchez; y en Ballesteros Sud, Elena Bertero. Al este provincial en Morteros ganó Sebastián Demarchi, segunda quedó Valeria Gandino, de Juntos por el Cambio y tercero resultó el candidato del kirchnerismo, Ider Peretti.