La Policía Federal detuvo durante la tarde del jueves a un ciudadano iraquí que poseía documentación argentina presuntamente falsa. El hombre se encontraba hablando con su teléfono celular frente a la Embajada de Israel en Buenos Aires, que esta semana fue blanco de amenazas de bomba. El hecho ocurre en medio de la tensión por el conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas en Medio Oriente.
Luego de que Israel declaró el estado de guerra el 7 de octubre, el presidente Alberto Fernández ordenó reforzar la seguridad de todos los ámbitos de la comunidad judía y puso en alerta a las fronteras para que se garantice su protección. Se reforzó la seguridad en sedes diplomáticas, templos, colegios y otras instituciones.
El caso del iraquí es investigado por la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Guillermo Marijuan y disparó nuevas alarmas en el gobierno. El miércoles, tantoa la Embajada de Israel como la de Estados Unidos tuvieron que ser evacuadas tras amenazas de bomba, que resultaron ser falsas.
La Policía Federal detuvo durante la tarde del jueves a un ciudadano iraquí que poseía documentación argentina presuntamente falsa
El hombre se encontraba hablando con su teléfono celular frente a la Embajada de Israel en Buenos Aires, que esta semana fue blanco de amenazas de bomba. De hecho, el miércoles pasado esa oficina diplomática fue evacuada por una intimidación que llegó por correo electrónico.
el hombre estaba parado apoyado sobre una de las vallas cercana al edificio de la embajada. Personal de la Policía de Ciudad pasó por el lugar y notó que hablaba en otro idioma. Dio aviso a sus colegas de la Policía Federal que estaban custodiando el edificio diplomático. Se dio entonces intervenció al juzgado de turno para saber cómo se proceder.
El caso es investigado por la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Guillermo Marijuan, que trabajaron durante toda la madrugada en el caso y ordenaron el secreto de sumario para evitar que se frustre la investigación.
Trascendió que el sospechoso se identificó como Masood Yousif Simo Faeedi, de nacionalidad iraquí, nacido en 1999. Trascendió que ya había sido investigado por falsificación de documento en el juzgado federal de Lomas de Zamora. Según se reporta, se le otorgó la condición de refugiado.
Las fuentes señalaron que al momento en que fue demorado tenía una importante suma de dinero en su poder. Pero se desconocen los detalles de las medidas judiciales que se ordenaron para esclarecer las circunstancias que rodearon a la detención.
El caso del iraquí disparó una nueva alerta para reforzar aún más la seguridad de los templos y edificios de la comunidad judía en Buenos Aires. Las autoridades ya había dispuesto medidas especiales de prevención luego de que Hamas perpetrara un ataque terrorista sin antecedentes en Israel provocando cientos de muertos y extendiendo su amenaza a todo el mundo. Se reforzó la seguridad en sedes diplomáticas, templos, colegios y otras instituciones vinculadas a la comunidad judía.
El pasado 17 de octubre a las 22.17 el siguiente mail llegó a cinco casillas de correo: “BOMBA EM EMBAJADA JUDIOS PUTOS. VAM0S A MATAR A TODOS L0S JUDI0S PUTOSSSSSSSSSSSS YYY A LOS GRINGOS…VAM0S A DEJAR BOMBAAS EM EMBAJADA ESTAD0S UNIDOS Y ISRAEL EM ARGENTIN4- BUENOS AIRES 21 – Ezzedeen AL-Qassam Brigades”. El mail, de marcado tono antisemita, llegó a casillas de correo de dos embajadas: la de Estados Unidos y la de Israel en Argentina.
El sospechoso de haber enviado a enviado ese mensaje quedó detenido por orden del juez Ariel Lijo
es un joven de 18 años que vive en Don Torcuato y sus datos coinciden con el usado en los mails que se enviaron en agosto y septiembre pasado a las embajadas de Estados Unidos, Irán, Canadá, Emiratos Árabes Unidos y la Unión Europea. Y también con la dirección utilizada para enviar la última amenaza contra Estados Unidos e Israel.
El joven fue indagado ayer, jueves, tal como detalló Infobae más temprano. Asistido por el defensor oficial Juan Hermida, el joven negó haber sido el autor de los mails amenazantes y afirmó que hace unos meses le hackearon el Facebook. Alguien creó una cuenta similar a la suya con su foto. Fue entonces que en su cuenta original comunicó: “Me hackearon”. No descarta que del mismo modo que le crearon una cuenta “melliza” de Facebook le hayan creado cuentas de mails similares a la suya en la que incluyeron su nombre y apellido. También dijo que cree que algún vecino lo puso en esta situación “porque somos de compartir el wifi”.