En Diputados hay dos iniciativas, una presentada por el diputado Hugo Yasky y otra de los bancarios Claudia Ormaechea y Sergio Palazzo; mientras que en la Cámara alta ingresó una del senador Mariano Recalde. Fuerte rechazo de la oposición.
Tras el reclamo de la Confederación General del Trabajo (CGT), el oficialismo en el Congreso apura el tratamiento en comisiones de al menos tres proyectos para reducir la jornada laboral a un máximo de ocho horas diarias. La oposición rechaza las iniciativas y, como contrapartida, propone una reforma laboral.
En la Cámara Baja hay dos proyectos, uno presentado por el diputado Hugo Yasky, que plantea una reducción a 40 horas semanales, y otro de los bancarios Claudia Ormaechea y Sergio Palazzo, que propone que no se superen las 36. En la Cámara alta ingresó una iniciativa del senador Mariano Recalde, que también establece 36 horas, con la posibilidad de definir cuatro días laborales por semana.
En un año electoral en el que se contraponen dos proyectos de trabajo diferentes, el oficialismo quiere que el Congreso empiece cuanto antes con el tratamiento de los proyectos en comisiones, aunque reconocen que no cuentan con los números necesarios para que sean sancionados.
La idea es poner el tema en el eje de los debates. En la CGT hay preocupación por la llegada al Gobierno de una fuerza política que avance sobre lo que consideran conquistas laborales. Tanto el sector libertario de Javier Milei como Juntos por el Cambio ya anticiparon que se deberá abrir la discusión y adaptar las leyes laborales a los nuevos contextos que plantea la tecnología.
La reducción de la jornada laboral es una iniciativa que en el oficialismo quieren debatir hace varios años. El proyecto de Yasky ingresó en Diputados en 2020 y, al igual que el resto de las iniciativas, plantea que, contrario a lo que se cree, una jornada laboral más corta propicia una mejora en la productividad de los trabajadores.
“Está demostrado que donde se pudo reducir la jornada laboral, los ritmos de productividad aumentaron, los accidentes de trabajo se redujeron. Y sin hablar de los beneficios que significa disponer de un poco más de tiempo para las personas. Estamos hablando de diez horas en el siglo XXI. Es algo anacrónico”
Su iniciativa adelantó que “es similar a lo que está haciendo Chile, que tuvo una reducción de jornada de 48 horas” y que luego “redujo gradualmente a 45 en la primera etapa a 45 y ahora acaban de aprobar las 40 horas”. “Ha puesto su jornada laboral en línea con lo que tiene la mayor parte de los países de Europa”, aseguró.
La idea es que esta iniciativa, junto a la de los diputados representantes del gremio bancario, sea tratada cuanto antes por la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados. Y no descartan terminar unificando el proyecto de Yasky con el de Ormaechea y Palazzo.
El proyecto de Recalde plantea la reducción de la jornada laboral de 48 a 36 horas semanales, “con el objetivo de promover la semana laboral de 4 días”, dijo en un hilo de cuenta de la red social Twitter. Incluye también la reducción de todos los máximos legales: régimen diurno, nocturno, insalubre y regímenes especiales, entre otros ítems.