En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, trabajadores del hospital Bonaparte marcharon este jueves “en defensa de la salud mental”, desde el Hogar Rawson hasta el centro de salud ubicado en el barrio porteño de Parque Patricios, en rechazo al plan de “reestructuración” impulsado por el Ministerio de Salud de la Nación.
Bajo el lema “Comunidad unida por la salud mental. Aguante la lucha del Bonaparte”, la movilización comenzó a las 10 y participaron médicos, enfermeros, camilleros, psicólogos y psiquiatras de otras instituciones.
La marcha fue impulsada desde ATE Nacional, cuyo secretario general Rodolfo Aguiar, ofreció un discurso desde un escenario montado en las puertas del hospital Bonaparte mediante el cual apuntó contra las políticas del Gobierno “que pretende instaurar el mismo programa económico que la ultima dictadura militar”. “Vulnera derechos, destruye puestos de trabajo y planifica el empobrecimiento de todo nuestro pueblo como contrapartida”, subrayó el sindicalista.
El Bonaparte continúa en “estado de alerta”, pero el personal no tiene certezas sobre el plan de “reestructuración” que promueve la cartera sanitaria, según confirmó la organizadora de la manifestación, Nadia Jausken, en diálogo con nuestra redacción.
“Estoy convencida de que nada es casual, que es un Gobierno que tiene odio por el Estado, por las instituciones públicas que funcionan y por dos banderas que creíamos saldadas, como lo son Salud y la Educación Pública, Gratuita y de Calidad en nuestro país”
La trabajadora criticó a la administración libertaria al calificar que la medida “es un ataque directo a la salud pública”.
Por su parte, la viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, insistió en las últimas horas en que el hospital Bonaparte será reestructurado: “Se aprovechó esta situación para mezclar intereses”, sostuvo.
Loccisano se refirió al conflicto generado en torno al Bonaparte y explicó que siempre se habló de “un plan de reestructuración, no hubo ninguna medida, ninguna disposición que hable de otra cosa que no fuera esa”.
Además, explicó que dicho plan comenzó a implementarse junto a autoridades y trabajadores del lugar y que “la única situación que se planteó es que las nuevas internaciones serían derivadas a centros cercanos con la complejidad necesaria. Eso pudo haber generado una interpretación de que no se iba a atender pacientes pero eso no era así”.
A su vez, argumentó que la decisión del Ministerio de Salud de iniciar una reestructuración se debió a que “había unas cuantas irregularidades que detectamos, entre ellas una a raíz de un informe de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN)”. La funcionaria señaló en diálogo con LN+ que las irregularidades respondían al “incumplimiento en la Ley de Salud Mental que tenían que ver con tratamientos de pacientes que no tenían indicación médica”.
La situación con el sector de la salud no solo se vio golpeado con los vaivenes del hospital especializado en salud mental y consumos problemáticos de referencia en Argentina, sino también con el conflicto desatado días atrás en el Hospital Garrahan, cuando el titular de de Salud, Mario Lugones, solicitó la renuncia de todos los integrantes del Consejo de Administración del centro de salud y eligiera a nuevas autoridades.