Aunque las arcas del Banco Central están en una situación crítica y sufren la presión de los pagos al FMI y a los bonistas, la participación oficial no se frenó. Estiman que en junio se gastaron unos US$200 millones.
El Gobierno está ante una situación muy compleja, con reservas en niveles mínimos, varios pagos por delante y una negociación pendiente con el FMI que no termina de destrabarse.
Mientras el calendario de compromisos sigue y los desembolsos no llegan, el Banco Central (BCRA) no solamente tiene que administrar los giros de dólares al exterior y los pagos de importaciones, sino que también se debe ocupar de mantener controlada la brecha cambiaria.
Las estimaciones privadas de la consultora LCG y la casa de bolsa Aurum Valores coinciden en que, en junio, el BCRA usó aproximadamente US$200 millones de sus arcas para intervenir en el tipo de cambio financiero con el objetivo de bajar su precio, que actúa como referencia para el dólar blue.
Desde fines de abril, a pedido del ministro de Economía y ahora precandidato presidencial Sergio Massa, la entidad monetaria participa con sus dólares en el mercado financiero.
Según los cálculos de Aurum Valores, las intervenciones oficiales ya demandaron unos US$1700 millones. Dado que las reservas netas se estiman negativas por una cifra que está entre los USS$3500 millones y los US$5000 millones, ¿de dónde surgen esos dólares que se usan para intervenir?
Una posibilidad, señalaron en esa casa de bolsa, es que se estén utilizando los depósitos en moneda extranjera del sector público, que mostraron una baja de US$358 millones el mes pasado.
La explicación que dan cerca del organismo de Reconquista 266 es diferente: aseguran que los depósitos en dólares del sector público van bajando a medida que se ejecutan diferentes programas de gobierno. Por caso, puede ingresar un préstamo de algún organismo internacional para financiar determinada obra y, a medida que se va haciendo, la dependencia estatal que está a cargo del proyecto vende sus divisas en el mercado cambiario para cancelar los pagos.
Más allá de las interpretaciones de esos movimientos, cada baja en el stock de depósitos golpea a las arcas del BCRA porque genera una caída en la porción de esos depósitos que los bancos están obligados a inmovilizar y que es casi del 100% en el caso de las colocaciones en moneda extranjera. Se trata de los encajes, que se integran a las reservas y que mostraron una merma de US$580 millones el mes pasado.
La brecha se mantiene debajo del 100%, ¿hasta cuándo?
En sus intervenciones en el dólar financiero, el BCRA se ocupa particularmente del valor del MEP -que tiene liquidación local- y que actúa como referencia para el dólar blue. Desde mediados de abril, la primera vez que la cotización informal de la divisa estadounidense amagó con superar los $500, las operaciones oficiales lograron acotar la suba y la brecha se mantiene debajo del 100%.
A números de hoy, el valor del dólar MEP calculado con los bonos más intervenidos por el Gobierno ronda los $485, mientras que el blue cotiza a $493. No obstante, los especialistas advierten que es difícil que se conserve la calma hasta las elecciones, pese a la inversión que está haciendo el BCRA con sus reservas.
Señalan que tanto la demanda de dólar blue como de MEP se moverá al ritmo de las encuestas, pero también de los datos que vayan surgiendo: entre ellos, la devaluación del dólar oficial, los números de inflación, la situación de las reservas y la negociación con el FMI. A eso se sumará el habitual proceso de dolarización preelectoral de los ahorros.