La baja de la edad de imputabilidad es una discusión que se reactiva en la Argentina cada vez que se produce un cambio de Gobierno.
La administración de Javier Milei reconoció públicamente que tiene el tema en la mira y dio detalles del debate que se realiza puertas adentro, antes de plantear un proyecto formal. “Todavía se está discutiendo la edad, si es (bajarla a) 14 años, si es a 13 como en Uruguay o a 12 como en Brasil”, sorprendió Patricia Bullrich esta mañana, en diálogo con el periodista Eduardo Feinmann por Radio Mitre.
La funcionaria explicó que se analiza “cómo ha impactado eso en la población” de los países que bajaron la edad. Lo que tiene claro es que “en los delitos gravísimos, como un asesinato, tiene que haber imputabilidad”.
En la misma entrevista, Bullrich enfatizó que es necesario diferenciar la tipología/gravedad de los casos antes de condenar a los responsables: “Con los que cometen delitos menores hay que tratar de que no cometan delitos mayores. Pero tiene que haber una pena mucho mayor para los que cometen delitos de sangre”.
En ese contexto, la Ministra de Seguridad remarcó que el tema debe ser analizado con profundidad porque hay muchas cuestiones a tener en cuenta. “Hay convenios internacionales que nos ponen un tope, la Argentina los tiene en su Constitución, entonces estamos ordenando”, admitió.
De inmediato puso como ejemplo a imitar la denominada “teoría de las ventanas rotas” en los Estados Unidos: “Tenían un tratamiento especial cuando (alguien) comenzaba con un delito menor, para que no vuelva a delinquir. Eso en su momento fue muy exitoso , luego eso se ablandó y volvió el delito menor en Nueva York”.
En la charla también hubo espacio para analizar el fallo que anuló la condena al ex policía Luis Chocobar. “Sentí (que se hizo) Justicia”, comentó la Ministra de Seguridad que siempre respaldó al ex agente bonaerense.
“Para nosotros es un caso testigo muy importante. Chocobar hoy es el ejemplo del buen policía, que hace lo que tiene que hacer. Él podría haberse hecho el distraído porque no estaba de servicio, pero protegió a un turista que se llevó 9 puñaladas. ‘Me salvaron Chocobar y el (Hospital) Argerich’, es la frase que pronunció este turista, que no entendía cómo podían condenar a una persona que actuó como actuó”, recordó la funcionaria.
En cuanto al futuro del ex policía, agregó: “Chocobar no quiere volver a la policía porque no lo trataron demasiado bien, sobre todo en Avellaneda, donde se desempeñaba en la policía local. Veremos cómo sigue su vida. Hoy la doctrina Chocobar es la del buen policía”.
Por otro lado, el gobierno nacional decidió prohibir el ingreso a los espectáculos deportivos a Rafael Di Zeo y a otros 57 barras de Boca, pero además decidió entregarle a los Estados Unidos, donde se realizará la próxima Copa América, un listado con todos los barrabravas que tienen vetado el acceso a los estadios.
En ese sentido, Bullrich amplió: “Tenemos un acuerdo con el Departamento de Estado y le avisamos quiénes son las personas que en la Argentina no pueden ingresar a ningún estadio. Después, la metodología que aplican es una decisión del país”.
“Tenemos que terminar con los que hacen de la violencia en el fútbol una especie de rockstar, que manejan dinero, regalan camisetas a las fuerzas de seguridad y tienen una parafernalia de dádivas de capo mafia”, finalizó.