En el primer programa del año, el periodista analizó el escenario político actual, contó cuánto costó el acto de 25 de Mayo y también reveló intimidades del viaje de Massa a China. Además, los días de Alberto Fernández en Olivos, lejos del poder real.
En veinte días, con el anuncio de los candidatos, empieza la campaña. Se vienen semanas de un bombardeo infernal con políticos coacheados, eslóganes previsibles y avisos emotivos. El voto, se sabe, tiene más que ver con la emoción que con la razón. Los fanáticos van a generar el mayor ruido y las tandas de los canales y las radios se van a llenar de candidatos. Pero esta es una elección en la que nadie sabe qué puede pasar: una elección de tercios. ¿Y si el balotaje es Juntos – Milei?
Aquel viejo reclamo del 2001, el “que se vayan todos”, llegó, subterráneo, hasta hoy. Hay gente que está cansada de los políticos. Los entiendo. ¿Sabés qué? Yo también estoy cansado de los políticos. Y también hay gente que está cansada de la democracia. Ahí los entiendo, pero no estoy de acuerdo. La mitad de este país es pobre. Cuando tu problema es comer, no existe la división de poderes.
El Gobierno está en descomposición. Alberto dejó de ser presidente hace rato. Lo único que lo mantenía ahí era la ficción de su candidatura. Solo por eso, todavía le servían café. Ahora ya no le sirven café. El país está manejado por Cristina y Massa. Y su objetivo es llegar a agosto. Wado tiene veinte días para saber si mide. Por ahora, no mide. Wado, de ganar, sería un nuevo Alberto. Cristina busca a alguien que la obedezca a ciegas. Axel se niega a salirse de su zona de confort, la provincia de Buenos Aires, donde seis de cada diez chicos son pobres.