El encuentro se dio luego de la incorporación de José Luis Espert a Juntos por el Cambio y en medio de las diferencias por las candidaturas en CABA. El primero en retirarse fue Rodríguez Larreta
Luego de una semana de alto contenido político y volatilidad económica, los presidenciables y principales dirigentes del PRO se vieron las caras este viernes en San Isidro con el objetivo de dar una señal de unidad e intentar destrabar la interna que tiene su principal foco de conflicto en la resolución de las candidaturas en la Ciudad de Buenos Aires.
La cumbre del partido amarillo se dio horas después de la reaparición pública de la vicepresidenta Cristina Kirchner y tras el desembarco de José Luis Espert en Juntos por el Cambio, hecho que tensa aún más la relación entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
La ex ministra de Seguridad fue la primera en llegar a la vivienda del ex ministro Jorge Triaca. En su ingreso evitó hacer declaraciones sobre los temas que iban a tratar en el encuentro. Arribó junto al precandidato a gobernador bonaerense, Cristian Ritondo. El primero en irse fue Rodríguez Larreta. También evitó comentarios.
Todo fue protocolar. El presidente del PRO, Federico Angelini, fue el primero en salir e improvisó una conferencia de prensa. Allí apenas comentó que se analizó la situación crítica del país y que el próximo martes se volverán a reunir. “No se habló de candidaturas, se habló de economía”, resumió.
A la mesa se sentaron también el ex presidente Mauricio Macri y la ex gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, quien llega en medio de rumores que la ubican como candidata a jefa de Gobierno de la Ciudad. También participaron Diego Santilli y el principal colaborador de Macri, Fernando de Andreis.
Macri y Vidal tampoco hicieron declaraciones respecto del encuentro. Aunque el ex mandatario brindó algunas palabras antes de ingresar a la casa de Triaca. Le preguntaron por el discurso de ayer de Cristina Kirchner y dijo que no la escuchó.
La excusa del mitin fue debatir sobre la situación económica del país, a la que los referentes opositores consideran “extremadamente preocupante”. En este sentido, al culminar el conclave, Ritondo ratificó: “La reunión fue buena, no se habló de candidaturas, se habló de la situación difícil que están sufriendo los argentinos”.
En los últimos días, circuló otra versión que indicaba que Larreta iba a anunciar allí que Fernán Quirós es su único postulante en CABA, lo que escalaría aún más la pelea entre el jefe de Gobierno y el macrismo. Por ahora no trascendió si eso ocurrió.
Tanto Bullrich como Mauricio Macri presionan para que Jorge Macri sea el candidato del PRO en la interna contra el radical Martín Lousteau. Algunos dirigentes creen que, en realidad, Rodríguez Larreta lanzaría la fórmula Fernán Quirós-Soledad Acuña en la ciudad.
El conflicto en el PRO comenzó hace meses pero se agudizó luego que Larreta anunciara que los porteños votarán con el sistema de elecciones concurrentes. Si el PRO no logra presentar a un candidato de unidad corre riesgo de perder la conducción de la Capital Federal. Sin unidad, el favorecido sería Lousteau.
Otra de las posibilidades que se barajan es que termine siendo Vidal la que destrabe la interna en el espacio amarillo. Este jueves, ante la Bolsa de Comercio, la diputada nacional dio indicios que se bajará de la pelea por la Presidencia de la Nación: “No sé si este es el año para encarar esa responsabilidad. La política no es una carrera de cargos, uno no siempre debe ser candidato a algo”.
Sobre el cónclave de esta mañana con el resto de los referentes del PRO, esbozó una sonrisa y señaló que “es como ir a almorzar a la casa de mis padres”. “El PRO tiene 20 años, es normal que nos juntemos a almorzar. En toda familia hay desacuerdos, pero es una reunión más a agenda abierta”, dijo, buscando bajarle el tono al encuentro.
Además, el PRO tiene otro conflicto abierto en la provincia de Buenos Aires donde aún no define cómo serán las candidaturas a gobernador. Bullrich apunta a que rija el esquema electoral de la “i latina”, que implica que cada candidato a presidente lleve en una lista a su propio postulante a intendente y a gobernador, en una apuesta a extremar la competencia interna y a que los jefes comunales se jueguen por un presidenciable
El jefe de Gobierno estaba de acuerdo, pero hace dos semanas hizo un viraje y pasó a promover el sistema de la “v”, que implica reflejar en las boletas dos candidatos a presidente, dos a gobernador y un solo postulante a jefe comunal. Los larretistas explicaron que se cambió para “contener” a los intendentes, pero en el bullrichismo interpretan que el alcalde porteño está tratando de evitar una fuga de adhesiones hacia su adversaria interna.
En el partido amarillo temen que las peleas internas erosionen su capacidad electoral. Las encuestas siguen registrando estancamiento o baja de la imagen de sus líderes y de Juntos Por el Cambio cuando trascienden las disputas. En contraposición, se beneficia Javier Milei.
En medio de las disputas internas esta semana se sumó el liberal José Luis Espert. El diputado de Avanza Libertad se incorporó a JxC. Como en 2019, Espert vuelve a asociarse a Larreta: un gesto que generó malestar en un sector del PRO por el temor a que el economista capte votos liberales y de derecha de Bullrich. Eso dependerá del cargo al cual se presente el legislador nacional.
La incorporación de Espert fue celebrada por el radicalismo, la Coalición Cívica y hasta por Miguel Ángel Pichetto, pero desde el macrismo aún no se expresaron al respecto.