El gobernador bonaerense Axel Kicillof cruzó al presidente Javier Milei luego de que compartiera en sus redes un video que mostraba a la sociedad argentina y líderes de la oposición como zombies infectados por un virus denominado como “Ku-K 12″ y lo acusó de estar “promoviendo un virus de odio, absolutamente incompatible con la democracia y la vida en común”.
“Hace 12 años el virus Ku-K 12 comenzó con la destrucción de Argentina. No solo destruyó cuerpos, destruyó mentes. Los infectados perdieron toda capacidad de pensar por sí mismos”, señala una voz en off en el video que muestra a los principales referentes del kirchnerismo como muertos vivientes en un mundo post apocalíptico.
Kicillof calificó de “muy serio y muy grave” el posteo del Presidente en el que “compara a la principal fuerza política de la oposición con un virus”. “Esta metáfora ya ha sido utilizada en más de una ocasión, y en su nombre se han cometido las peores aberraciones. Sin embargo, más allá de las espantosas evocaciones del presidente, lo más preocupante es su conducta”, sostuvo.
“No podemos permitir, y mucho menos naturalizar, el ataque frontal y cotidiano a la convivencia democrática”, apuntó Kicillof, para después señalar que “este es un límite que el presidente se está acostumbrando a cruzar”.
En este sentido, el gobernador invitó “a todos los legisladores bonaerenses, nacionales y provinciales, a expresar un enérgico repudio al video difundido”.
En su descargo, Kicillof hizo un descargo en 12 puntos con duras críticas a distintas políticas de Milei y el daño social que habría provocado en sus 10 meses de gobierno.
El mandatario bonaerense recriminó que el presidente “ataca todos los derechos y deteriora deliberadamente la vida cotidiana de los sectores populares, trabajadores, jubilados y jóvenes”, y lo acusó de “someter a los argentinos a sacrificios y privaciones crueles e innecesarias”.
También lo acusó de “lesionar el federalismo, agrediendo a los gobernadores y desconociendo su legitimidad, tan válida como la suya” y de “eludir los compromisos y obligaciones que tiene el Gobierno nacional con los distintos territorios que componen Argentina”.
“Según Milei, el Gobierno nacional no tiene ninguna responsabilidad en materia de educación, salud, infraestructura o seguridad. Todo recae en los gobernadores e intendentes, a quienes simultáneamente les quita los recursos. En resumen: incumple la Constitución y fomenta la desintegración nacional”, afirmó.
Kicillof también consideró que las políticas libertarias promueven “el egoísmo y un individualismo extremo”, con el objetivo de “erosionar la solidaridad y los mejores valores de la sociedad argentina”.
También le recriminó que “ataca todas las instituciones de la democracia, llamando ‘ratas’ a los diputados -elegidos en las urnas con la misma legitimidad que él- y tildando de ‘ensobrado’ a cualquier comunicador que plantea una crítica, por mínima que sea”.
“Desde la oposición, respetando las potestades presidenciales, es muy difícil modificar la orientación nefasta de la política de ajuste y desprotección que lleva adelante el Gobierno nacional”, sostuvo al explicar que, entre los gobernadores e intendentes, se intentaron buscar otras vías para “atenuar el daño social que esta política inflige”.
Kicillof también criticó medidas ultraliberales del gobierno como el RIGI y las privatizaciones y otras políticas que promoverían la desindustrialización del país, así como la falta de inversión pública en infraestructura.
Según dijo, Milei “entrega los recursos naturales del país al saqueo de multinacionales extranjeras, y pretende liquidar empresas públicas estratégicas y el capital social acumulado por generaciones”.
También “paraliza la inversión pública en infraestructura en todo el país: escuelas, centros para la infancia, agua, cloacas, vivienda, rutas, puentes, entre otros”.
“Esto no solo sacrifica miles de empleos, sino que también deja a millones de argentinos sin las mejoras necesarias que estaban en curso”, sostuvo.
En su opinión, el Presidente “abandona completamente la educación y la salud pública, incumpliendo su deber constitucional de proteger al pueblo”, y también hizo hincapié en que “recorta jubilaciones y medicamentos a jubilados, bajo la excusa de un perverso y falso equilibrio fiscal”.
Kicillof también se refirió a los incidentes que tuvieron lugar en los alrededores del Congreso y acusó a Milei de “reprimir a quienes protestan por las injusticias cometidas, llegando al extremo de golpear a jubilados y rociar con gas pimienta a una niña de diez años”.
También mencionó al asado que el mandatario organizó en Olivos para agasajar a los diputados y senadores que apoyaron el veto a la reforma jubilatoria, que calificó de “banquete de crueldad, como si el recorte de haberes fuera un triunfo”.
En el undécimo punto, Kicillof acusa a Milei de “dañar las relaciones de Argentina con países de la región y con nuestros principales socios comerciales” por “capricho ideológico o cuestiones personales” lo que comprometería “las relaciones económicas, de amistad e incluso la seguridad nacional” al “involucrar al país en conflictos geopolíticos que no son nuestros”.
Finalmente, Kicillof se refirió al desfinanciamiento de la universidad pública y los institutos culturales y manifestó que Milei “asfixia la cultura y el arte, desprecia a la universidad pública y da la espalda al desarrollo nacional en ciencia y tecnología, ignorando nuestra historia y comprometiendo nuestro futuro”.