El Gobierno nacional declaró la emergencia ferroviaria, luego del choque de trenes en la línea San Martín que se produjo el viernes en Palermo.
Eso le permitirá disponer de la administración de fondos para afrontar contingencias como las que sufrieron algunas líneas en los últimos meses, por ejemplo con el robo de cables o los daños en la infraestructura.
En la Casa Rosada ya están confeccionando el decreto correspondiente que oficializará la medida, que según admiten algunos funcionarios “pedían desde hace un tiempo hasta los gremios ferroviarios”. También admiten que en el rubro ferrocarriles “el desmanejo que encontramos es muy grande”. Es un área que durante el gobierno de Alberto Fernández estuvo bajo el ala del massismo, como lo demuestran los pasos por el Ministerio de Transporte de Mario Meoni, Alexis Guerrera y Diego Giuliano, todos del Frente Renovador que creó Sergio Massa.
En algunos despachos de Balcarce 50 circula un informe que detalla que las pérdidas de las distintas empresas que conforman Ferrocarriles Argentinos alcanzaron los $4.300 millones.
La falta de inversión crónica en el sistema ferroviario por parte de Trenes Argentinos, empresa que hoy funciona bajo la órbita del Ministerio de Economía que conduce Luis Caputo, se refleja en que las transferencias del Tesoro a las empresas ferroviarias públicas tuvieron un recorte del 60% en los primeros cuatro meses de 2024, respecto del mismo período del año anterior, según el análisis presupuestario realizado por el área de Justicia Fiscal de la organización no gubernamental ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia).
Trenes Argentinos actualmente es dirigida por Luis Adrián Luque, un ex concejal del Frente Renovador en San Miguel, quien ya estaba en la empresa en otras funciones durante la gestión anterior. Esa empresa que opera los trenes de pasajeros en el país estuvo dos meses sin autoridades por la demora de Milei en designar al reemplazante de Martín Marinucci, también integrante del partido fundado por Sergio Massa. Luque se desempeñaba, desde enero de 2002, como gerente de Asuntos Jurídicos de la SOFSE (Sociedad Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado), que controla Trenes Argentinos.
No será la primera vez que se declare la emergencia ferroviaria en el país. Durante el gobierno de Eduardo Duhalde, en 2002, también se la había aplicado y se mantuvo durante años. Lo hizo mediante el decreto 2075 que abarcó a todas las líneas que operaban en el ámbito metropolitano e incluso a los subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires.
El medio digital Enelsubte informó este lunes que, una semana antes del choque que dejó casi un centenar de heridos y la interrupción del servicio del San Martín entre Palermo y la cabecera Retiro, desde Trenes Argentinos habían alertado a sus superiores sobre los problemas de la línea debido a las restricciones presupuestarias. El informe se remitió al presidente de Ferrocarriles Argentinos, Patricio Gilligan, a la Secretaría de Transporte que conduce el cordobés Franco Mogetta y también a Mauricio González Botto, funcionario de la Jefatura de Gabinete de la Nación que tiene a cargo el área donde se analiza la situación de cada unas de las empresas estatales que el Gobierno tiene previsto dejar en manos privadas.
En la SOFSE que se ocupa del mantenimiento y de las tareas de infraestructura hubo más de 100 despidos en marzo. SOFSE, con un recorte del 56%, fue una de las ramas de Ferrocarriles Argentinos más afectada. Es la empresa que tiene la mayor cantidad de empleados, 23.743, y la que debe garantizar el funcionamiento de las líneas de pasajeros. En 2023 tuvo un resultado negativo de $47.310 millones. Para este año, tiene previstas transferencias del Tesoro previstas por $336 mil millones, pero solo se ejecutó el 40% de este monto.