La frase “¡qué me venís a joder con que te tenemos miedo!” expresó mucho más que el fastidio de la vicepresidenta. Puso al líder libertario como principal adversario electoral, en detrimento de Juntos por el Cambio y abrió múltiples especulaciones.
La duda está en si se trató de un acto calculado, un enojo simulado, o una reacción visceral, desprovista de estrategias. El virulento ataque de Cristina Kirchner desde el Teatro Argentino de La Plata contra Javier Milei, el diputado libertario que quiere ser presidente, generó múltiples interpretaciones políticas y especulaciones electorales.
“Esos mamarrachos que andan diciendo que ‘la casta tiene miedo’… ¿De qué tiene miedo?… Si nunca te pasó nada, hermano. ¡Qué me venís a joder con que te tenemos miedo! ¿De dónde te tenemos miedo? ¡Caraduras! ¡Caraduras!”, lanzó la vicepresidenta desde el escenario.
Así empezó el tramo más fuerte de un discurso que estuvo dominado por las críticas y acusaciones a la oposición, a los empresarios y al Fondo Monetario Internacional por las penurias económicas que soportan los argentinos, a casi 41 meses del gobierno que lideran Alberto Fernández y la propia Cristina.
Fue una “clase magistral” que dejó con gusto a poco a los dirigentes y militantes que fueron al mismo teatro donde en 2007 CFK lanzó la campaña para su primera presidencia. “Yo ya viví, ya di lo que tenía que dar”, les aclaró a los que habían ido a escucharla con la esperanza de que “hiciera lo impensado” y anunciara que iría por otro mandato. Pero no pasó.
En cambio, ejecutó una embestida contra Milei, no sin antes ordenar que dejaran de cantar el ya desgastado ‘Presidenta, Cristina Presidenta’: “Que no me jodan más con fantasías. Acá no es casualidad que la única dirigente política que fue condenada, proscripta, inhabilitada e intentada (sic) asesinar sea una sola”. Tras esa definición lanzó munición gruesa contra el líder libertario, a quien evitó nombrar en todo momento
“Es increíble… Perseguida, mis hijos. Me quisieron matar y no quieren investigar a quienes me quisieron matar y tienen evidentes compromisos con sectores empresarios. ¿Miedo? Miedo tengo porque mis nietos puedan crecer en un país tan injusto, tan inequitativo. A eso sí le tengo miedo -prosiguió una Cristina Kirchner con voz quebrada, conmovida-. Yo ya viví, ya di lo que tenía que dar. Temo por los jóvenes, temo por los pibes, porque hay demasiada cobardía, hay demasiada hipocresía, y esto es lo que está pasando en la República Argentina”.
Aunque fueron las frases más saliente, en el discurso la vicepresidenta no sólo abordó el caso Milei. También hubo una crítica al internismo que se desató después después de que les pidiera a cada militante y dirigente tomar “el bastón de mariscal” en sus manos. Hubo una ácida referencia al Presidente y un apoyo explícito a la gestión del ministro de Economía, Sergio Massa, quien busca en el final de la semana terminar de conjurar la corrida cambiaria.
Horas después del furioso ataque de la vicepresidenta, el diputado y precandidato presidencial habló y dio su interpretación sobre el episodio. “Primero, Cristina claramente se reconoció como parte de la casta. Y me ataca, porque sabe que soy el verdadero rival, su enemigo, porque a mí no me puede comprar y conmigo no hay negociación posible”.
“Con lo que dijo está claro que la casta no tiene miedo. La casta está aterrada. Me parece que voy a tener que cambiarle la letra a nuestra canción”, manifestó el precandidato presidencial por La Libertad Avanza, en un diálogo telefónico con este medio cerca de la medianoche.
Y agregó: “Reaccionó así, Cristina me atacó de manera tan violenta porque les estoy haciendo un desastre a ellos en la provincia de Buenos Aires, que es su base electoral. Ellos están perdiendo cada vez más votantes y lo saben. Les pasa en La Matanza y en todo el Conurbano”.
Para Milei, el nerviosismo que hay en el kirchnerismo se basa en que las encuestas están mostrando que Juntos por el Cambio mantiene el 32% que obtuvo en las PASO del 2019, mientras que Frente de Todos perdió la mitad del 48% de las últimas primarias. El líder libertario interpreta que la mayoría de ese electorado lo estaría acompañando a él.
El diputado y precandidato presidencial si bien cuestionó la “violencia” del ataque de la vicepresidenta, apuntó contra Horacio Rodríguez Larreta: “Cristina dice las cosas de frente, pero del otro lado son igual o más violentos, aunque se muestren con buenos modales”.
Las especulaciones sobre las razones del fastidio de Cristina Kirchner tienen que ver con que la embestida coincide con una subida en las encuestas de Milei en el ámbito nacional y en el bonaerense y una caída sensible en las mediciones del Frente de Todos, más allá de que todavía no tenga definido candidatos.
Para Patricia Bullrich, que compite con Horacio Rodríguez Larreta dentro de Juntos por el Cambio, las críticas de la vicepresidenta a Milei buscan, en realidad, perjudicar a la principal coalición opositora. “Cristina levanta a Milei y lo hace porque quiere que perdamos nosotros. Milei es una persona que ha crecido pero JxC es una fuerza potente con capacidad de gobierno, con intendentes y gobernadores y tiene la posibilidad de pasar todas las leyes que tenemos que pasar”.
Más allá de que le reconoció al líder libertario el crecimiento en las encuestas, resaltó que como fuerza política La Libertad Avanza “tiene cero gobernadores, cero intendentes, cero senadores y muy pocos diputados. Para las reformas que hay que hacer se necesitan aprobar leyes y Juntos por el Cambio va a tener el número para aprobar las reformas”, explicó.
Además, otro factor clave es que Milei todavía no definió un candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires y, si bien tiene representación en los 135 municipios, el peronismo, el radicalismo y el PRO corren, en principio, con la ventaja de estructuras aceitadas y funcionando desde hace años.
En una elección cerrada y dividida en tercios, una eventual candidatura de Axel Kicillof a la reelección podría verse favorecida si hay la oferta electoral de la oposición se divide en dos: JxC y LLA. De hecho, ese riesgo es el que impulsó a incorporar a la coalición opositora al liberal José Luis Espert, quien había lanzado una precandidatura a gobernador.
Pero no sólo el acto tuvo como dato sobresaliente el ataque contra Milei. Federico Aurelio, el presidente de la consultora Aresco-Julio Aurelio, resaltó que en su discurso Cristina Kirchner se mostró involucrada en el futuro del peronismo, sobre todo en la definición de un programa que debería ser -a su juicio- compartido por los distintos sectores que integran la coalición de gobierno.
“No pareció el discurso de alguien que solamente relata historias del pasado y da su opinión sobre la economía del presente, sino que en varios momentos le sumó la vocación de ser una parte importante del peronismo, y que va a intentar que esas políticas se desarrollen en los próximos tiempos. No se consideró retirada ni ausente de lo que se viene, todo lo contrario”, afirmó Aurelio.
Para Federico Aurelio, Cristina Kirchner tuvo en su discurso una parte electoralista, más allá de que no sea de una candidatura propia, sino del espacio que ella representa en el Frente de Todos. “Si bien criticó el acuerdo con el Fondo Monetario, no tuvo la dureza de otros discursos. Y destacó la presencia de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, y de otros funcionarios, y no profundizó las diferencias internas”, agregó.
Aunque hubo cuestionamientos al presidente -”el problema de querer gobernar y conformar a todos es que finalmente terminás enojando a todos”, dijo- y a la gestión de Martín Guzmán y de Miguel Pesce en el Banco Central por la administración de las reservas, responsabilizó más por la crisis a sectores externos de la crisis, FMI, empresas, que inclusive dio nombres, recordó el analista. Y sobre la embestida contra el líder libertario, Federico Aurelio reconoció que tuvo que ver con lo que está pasando: “Mientras todos los dirigentes nacionales están en el tobogán, Milei está subiendo en el ascensor”.
El último aspecto destacable del discurso tuvo que ver con un pedido para moderar las internas que se multiplicaron en los últimos meses en el seno del oficialismo. “Cuando les dije a los compañeros y compañeras en Avellaneda que sacaran el bastón de mariscal no es para dárselo por la cabeza a otro compañero o a otra compañera. Es para ayudar a pensar una sociedad, un país diferente, y un futuro mejor”, dijo CFK.
Más allá de que el “círculo rojo” siguió el minuto a minuto y la mayoría de los canales transmitieron o siguieron en vivo su discurso, en las redes sociales, el público se mostró más interesado en las alternativas de la colecta de fondos del club Independiente. Según un informe de la consultora Ad Hoc al que accedió Infobae, hasta las 20:45, cuando terminó el acto de Cristina, la conversación en las redes sobre la colecta del influencer Santiago Maratea tenía el doble de menciones que la actividad de la dirigente nacional que ocupa una indiscutida centralidad política desde hace al menos una década y media. Tiempos nuevos.