Excluida la devaluación, su gestión deberá seguir subiendo las tasas de interés e inducir una mayor recesión en una economía que ya da señales en ese sentido
La fiesta de la llegada al Ministerio de Economía terminó cuando hubo que enfrentar la realidad. En tres días del fin de semana, Sergio Massa vio limitado su poder.
Los inversores le dirán hoy a través del precio del dólar que significa que la asunción como viceministro de Gabriel Rubinstein, un economista respetado por los empresarios, que vieron positiva su designación el viernes y aplaudieron bajando los dólares financieros, no se vea confirmada.
La asunción se postergó hasta mañana porque no evaluaron cuál es el costo de que no asuma. La situación es tan vulnerable, que algunos piensan que la vicepresidenta pasará por alto los tweets hirientes que el economista lanzó contra ella los últimos tiempos.
De todos modos, el ministro compensó las idas y vueltas en torno de Rubinstein cuando anoche anunció el desplazamiento del secretario de Energía, Darío Martínez, y del subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, dos funcionarios identificados con el kirchnerismo, y nombró en su reemplazo a Flavia Royón y Santiago Yanotti, dos funcionarios más claramente alineados con su estilo, que incluye recorrido y buenas relaciones con el sector privado.
Taiwán, yuan y reservas
Pero mientras meditan el tema, el yuan el fin de semana por la tensión con Taiwán perdió 0,20% de su valor lo que puede hacer descender hoy las reservas por encima de lo previsto ya que 52% están compuestas por los swaps de la moneda china. Si la situación de las reservas ya es complicada porque las de libre disponibilidad son casi inexistentes, la caída del yuan le agrega una alerta importante.
El viernes el Banco Central debió vender USD 95 millones ante la pasividad de los exportadores que no liquidaron divisas. No lo harán hasta que se defina que tipo de cambio habrá para la soja. Saben que ellos tienen las cartas más altas del juego y solo se tienen que sentar sobre las silobolsas que es como sentarse sobre dólares.
Las reservas bajaron USD 111 millones a USD 37.211 millones y están prestas a perforar el piso de 37 mil millones. Los USD 5.000 millones o 7 mil millones que piensa captar Massa por adelanto de exportaciones, son menos de 20 días de tranquilidad cambiaria si el mercado no se pone tenso por el caso Rubinstein.
Tasas más altas
Con la palabra devaluación borrada del nuevo esquema económico -no llega a ser un plan- solo les queda la alternativa de seguir subiendo las tasas e inducir a una mayor recesión a la economía que ya emitió señales en ese sentido. La Confederación Argentina de la Mediana -Empresa (CAME) señaló que en julio las ventas minoristas de las pymes cayeron 3,5% anual y 6% mensual.
Además, la primera semana de agosto, llega con una inflación de 2,1% en el aumento de los alimentos.
El viernes los dólares financieros bajaron sin intervención del Banco Central. Los inversores creyeron que venían tiempos más lógicos con el anuncio de quien iba a ser el nuevo viceministro, un hombre que expresa la filosofía que más les gusta escuchar: que el sector público haga su ajuste.
“El marcado se puso cauteloso esperando más precisiones de las medidas y con el viento de cola de Brasil que en la semana subió las tasas de interés que apreciaron al real frente al dólar e hicieron subir bonos y acciones. Lo peor hoy es sin dudas el mercado de cambios oficial con un Banco Central que sigue perdiendo reservas y los depositantes que siguen retirando sus dólares. Sin dudas el foco va a estar ahí en los próximos días. Es la dinámica a la que deberemos estar atentos”, señaló el analista financiero Franco Tealdi.
El otro problema de Massa es que no puede tener a disposición la Secretaría de Energía ni el Banco Central. En tres días el poder del superministro se redujo. El mercado quiere ver si lo recupera ante la emergencia cambiaria que se plantea.