El aumento de precios de los medicamentos se ubicó en los últimos cuatro meses por sobre la inflación y trajo como consecuencia la caída en las ventas de fármacos, incluidos los destinados a tratamientos prolongados, informó el CeProFar (Centro de Profesionales Farmacéuticos), a la vez que estimó que esa caída, en unidades, fue del 18,5% entre febrero de 2023 y el mismo período de 2024.
El director de esa entidad, Rubén Sajem, advirtió el impacto que esta situación ya está teniendo en la salud de muchas personas porque “se están dejando de usar medicamentos para enfermedades crónicas, para hipertensión arterial, prediabetes, enfermedades metabólicas, disminución del colesterol, tratamientos oftalmológicos”, lo mismo ocurre con los ansiolíticos. El farmacéutico dijo que junto con sus colegas están observando que hay personas que, como no ve en lo inmediato el efecto de abandonar una medicación recetada, “deja de usarla uno, dos, tres meses o quizá compra un envase más chico y lo toma espaciado” por lo que la adherencia a los tratamientos se está viendo afectada.
Sajem advirtió que “los laboratorios medicinales continúan aumentando los precios sin ningún tipo de regulación ni control” y reveló que, “en el mes de febrero volvieron a aumentar los precios de los medicamentos por sobre la inflación: 15,8% frente a una inflación de 13,2%. Medidos en el período que va desde el 1° de noviembre de 2023 hasta el 29 de febrero de 2024, los medicamentos recetados más usados incrementaron sus precios un 146%”. Y, agregó, “en el mismo período, es decir durante los meses noviembre 2023, diciembre 2023, enero de 2024 y febrero de 2024 la inflación fue del 93%”. En conclusión, “llevan acumulado aumentos del 53% por sobre la inflación”.
El dirigente explicó que, en Argentina, hasta el 31 de octubre pasado “había una conversación con los laboratorios”. Es decir que hasta ese mes el Índice de Precios al Consumidor fue de 120% y “los medicamentos habían aumentado un 123%”, pero “cuando aumentaban un poco por sobre la inflación el gobierno, la Secretaría de Comercio, el Ministerio de Salud, hablaban con los laboratorios sobre qué estaba pasando”. De esta forma, dijo, “se mantenían en acuerdos voluntarios, conversados, eso es lo mínimo que se puede pedir, pero no se puede no regular nada, no controlar nada porque los laboratorios son empresas que buscan su rentabilidad y cuando pueden aplicar aumentos de precios lo hacen y cuando pueden generar un colchón de aumento de precios, lo hacen”.
El dirigente farmacéutico aclaró que “durante 2023 los medicamentos incrementaron sus precios un 319,1%, en particular por los fuertes aumentos verificados en los dos últimos meses del año. Este valor estuvo muy por encima de la inflación acumulada anual de 2023, que fue del 211,4%. O sea que los precios de los medicamentos no estaban retrasados con respecto a la inflación, al menos hasta octubre de 2023″.
De manera consecuente, estos incrementos están afectando, dijo, la salud de pacientes especialmente se refleja en la “preocupante caída de las compras que se sostiene y no se recupera”. En un año, de febrero de 2023 a el mismo mes de este año “la caída en las compras fue de 18,5%. Medida en unidades representa 11.500.000 de unidades menos que se compraron. A los medicamentos recetados le corresponde una caída del 17%, que representa 8.050.000 de unidades”, subrayó.
Sajem aclaró, en un comunicado, que, “con unidades, se hace referencia a la cantidad de envases de medicamentos para un tratamiento mensual que se dejan de comprar, es decir que las cifras indicadas corresponden a tratamientos caídos durante el mes de febrero. Las caídas en las compras son coincidentes cuando se comparan otros períodos”.
El titular de CeProFar estimó que para contener este incremento de precios y que las personas continúen con los tratamientos, “lo que hay que hacer es lo que se hace en todos los países del mundo” que es ejercer algunas regulaciones sobre el mercado. Consideró que actualmente la tendencia es “apoyarse en que la competencia de precios soluciona o acomoda los precios en base a las reglas del mercado”, pero aseguró que “en medicamentos no funciona porque no hay un consumidor que puede esperar, que tenga demasiado tiempo para elegir, que sepa lo que está comprando. Y esto lo saben todos los países del mundo”.