El arquero uruguayo Sebastián Sosa saldrá en libertad tras pagar una caución de $50 millones, luego de la definición de la Justicia tras las declaraciones de José Ignacio Florentín, Braian Cufré, Abiel Osorio y Sosa por la denuncia de abuso sexual de una joven de 24 años en Tucumán.
De esta manera, el jugador de 37 años vivirá el proceso en su casa, en Buenos Aires. Quedará libre al mediodía y viajará en las próximas horas desde Tucumán, provincia a la que llegó acompañado de su esposa, Stephani Correa, y donde también estuvieron sus familiares para expresarle su apoyo.
Por su parte Florentín, Cufré y Osorio deberán cumplir con arresto domiciliario durante 90 días en suelo tucumano, donde deberán declarar un domicilio, que no puede ser un hotel. En ese sentido, se evalúa que los tres puedan estar en la misma vivienda, aunque todavía no se terminó de definir.
De acuerdo al relato del arquero, todo habría comenzado una vez que finalizó el encuentro con Atlético Tucumán por la Copa de la Liga. Cuando la periodista deportiva entró a la habitación 407, se encontró con los cuatro futbolistas de Vélez y, según declaró Sosa, preparó unos tragos. “Yo estaba en otra onda, en otro ambiente. Era el que ponía la música, mientras tanto me hablaba con mi señora que estaba en un cumpleaños, entonces era un ida y vuelta de mensajes con ella. No estaba prestando atención a lo que ellos conversaban, aunque participaba de alguna que otra charla. Así estuvimos una hora y media”, afirmó.
Luego, al igual que sus otros tres compañeros, dijo ante la Justicia que todo comenzó a salirse de control cuando la denunciante salió de la ducha. “Ella me pide para bañarse a lo que yo le digo que no había ningún problema, porque no veía nada extraño en esa situación”, relató y siguió: “Cuando sale estaba en corpiño. En ningún momento la vi incómoda, es por eso que yo le digo por mensaje que siempre la vi bien”.
Por último, aseguró que él “estaba con sueño y tenía ganas de dormir” y que después recuerda despertar cuando escuchó “conversaciones”. “Volteo a mirar y no había nadie. Seguí durmiendo hasta que ella vino y alumbró buscando su ropa”, detalló el exarquero de Boca y manifestó: “Toda esta situación me descoloca porque no esperaba vivir esto, no me parece tener que estar viviendo esto solo por hacerle una invitación a una persona a que venga a tomar algo, me parece que es demasiado lo que está viviendo uno solo por invitar a alguien a tomar, por una simple invitación con un mensaje. Nunca intenté engañarla, nunca le dije que la llamaba para una entrevista, nunca intenté presionarla, están clarísimas las conversaciones en los chats”.
El ex arquero de Independiente está imputado como partícipe secundario del abuso sexual agravado. El uruguayo se enfrenta a penas que van desde los ocho hasta los 20 años de cárcel aunque, por su participación, el castigo podría ser mucho menor que el de sus compañeros. De todas formas le pena mínima sería de ocho años.