El encuentro se concretó el sábado a la mañana en la residencia presidencial. Diálogo tenso y acuerdo de convivencia para seguir adelante con la gestión
El presidente Alberto Fernández y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, se reunieron el sábado a la mañana en la Quinta de Olivos, luego de protagonizar una discusión durante la visita del Jefe de Estado de Brasil, Lula da Silva, a la Casa Rosada.
En ese momento, el funcionario kirchnerista se enojó con Fernández porque consideró que lo excluyó de una reunión que tuvo con los Organismos de Derechos Humanos y que fue encabezada por el mandatario brasileño. Wado se sintió destratado y marginado, debido a su militancia de larga trayectoria en la agrupación H.I.J.O.S.
Ese pase de factura derivó en la explosión de la interna del Frente de Todos. La Portavoz y los ministros Aníbal Fernández y Victoria Tolosa Paz apuntaron con mucha dureza contra De Pedro. La ministra de Desarrollo Social le pidió en público que defina su lugar en el oficialismo. “O estas adentro o estas afuera”, dijo, en referencia a su lugar en el gobierno nacional.
El encuentro del sábado sirvió para limar asperezas y lograr una tregua política, luego de que la discusión off the record entre las partes generara un nuevo capítulo de la interna y que el debate en público, a través de los micrófonos, llevara el conflicto al punto de ebullición. “Hablaron francamente y se quedaron conformes”, indicaron cerca del ministro del Interior.
Además, aseguraron que “acordaron trabajar para potenciar la gestión” y que lo importante para los dos “es resolver los problemas de la gente”. En definitiva, sellaron un pacto de no agresión que les permita seguir adelante con la gestión, clave en la estrategia electoral del peronismo.
Según pudo reconstruir Infobae, Fernández y De Pedro se dijeron las cosas de frente, lo que generó un clima tenso en la charla, ya que hubo reproches y cuestionamientos de ambas partes. Más allá de llegar a un punto de coincidencia para seguir adelante, la tregua no implica que la relación se reconstruya completamente y vuelva a ser la que en algún momento existió.
El vínculo está desgastado y seguirá atravesado por la desconfianza. El acuerdo de no agresión le sirve a ambos para no quedar enfrascados en una interna que perjudica al gobierno nacional y al frente político. Sin embargo, es imposible determinar cuánto puede durar en el tiempo.
La relación entre Alberto Fernández y “Wado” de Pedro se rompió pocos días después de que el Gobierno perdiera las elecciones legislativas de medio término. El ministro del Interior, por indicación de Cristina Kirchner, encabezó la presentación de renuncias de un puñado de ministros kirchneristas. Fue una jugada política para presionar al Presidente a que ejecute un cambio de Gabinete.
En ese momento, Fernández tuvo que juntar fuerza y apoyos de los distintos sectores del peronismo para poder hacer frente a la presión K. Gestionó, junto a sus ministros más cercanos, el respaldo de los gobernadores del PJ, la CGT y los movimientos sociales, con el fin de dar una señal de poder y autoridad frente a la embestida del kirchnerismo.
Desde ese día en adelante, “Wadito”, como le decía Fernández, pasó a ser “Wado”, y la buena convivencia del Presidente con el kirchnerismo se destruyó. La relación entre los dos dirigentes se enfrío hasta el punto de quedar congelada. Pasaron muchos meses sin dirigirse la palabra y sin reuniones de trabajo. Antes de ese quiebre, De Pedro era el puente entre la Casa Rosada y el Senado. Tenía un rol clave, que con el tiempo se deterioró.
Después de la reunión, el calculo que hacen en el albertismo es que el gesto de recibirlo en Olivos colaborará en la negociación por la integración de la mesa nacional. Estiman que el kirchnerismo no avanzará en una nueva movida política para vaciarle el espacio que, en principio, serviría para discutir la estrategia electoral. Especulaciones y anhelos.
Lo que suceda de hoy hasta el jueves, respecto a la conformación de la mesa que tendrá lugar en el PJ Nacional, es una gran incógnita. El kirchnerismo solo confirmó que irá, pero no aclaró qué representante mandará. Lo que ya aseguraron es que ni Cristina ni Máximo Kirchner estarán en Matheu 130.