El plantel de River regresó el domingo pasado a Buenos Aires a una semana de su debut en la Copa de la Liga y le puso fin a la pretemporada de tres semanas que llevó a cabo en Dallas, Estados Unidos, que dejó más problemas que soluciones para el entrenador Martín Demichelis.
La primera mala noticia tuvo como protagonista a Claudio Echeverri. A fines del año pasado las palabras del juvenil, que aseguró que no renovaría su contrato que se vence en diciembre de 2024, empañaron la algarabía de los festejos por la obtención del Trofeo de Campeones. Y en la previa al inicio de los trabajos en suelo norteamericano se confirmó su venta al Manchester City, al que se sumará para 2025. Si bien dejará una suma cerca a los 24 millones de euros a alcanzar para el club, es la confirmación de que River lo disfrutará poco. Aquel desenlace acrecentó las críticas sobre el DT, que terminó el 2023 apuntado por la baja en el nivel del equipo en el segundo semestre, por no haberle dado prácticamente chances al Diablito durante la temporada, solo jugó seis partidos, uno como titular. Pero además, el 9 de enero, a dos días de iniciados los trabajos en Dallas, Javier Mascherano lo convocó de urgencia al Preolímpico que se está jugando en Venezuela por la lesión de Pedro de la Vega y así se perderá al menos las primeras cinco fechas de la Copa de la Liga.
Las pálidas continuaron. El 15 de enero, un día después del amistoso ante un seleccionado local de Estados Unidos, llegó la novedad más dura: Gonzalo Martínez, quien apostaba a una pretemporada para recuperar su nivel tras un 2023 en el que estuvo los primeros seis meses sin jugar por una lesión ligamentaria, sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, la misma que había lesionado en febrero del año pasado jugando para Al-Nassr.
Pero si alguien podía pensar que la lista estaba completa, las malas noticias no se frenaron. El viernes pasado, un día antes del amistoso con Pachuca, el último de la puesta a punto, el entrenamiento duró solo 15 minutos por la ola de frío polar que afectó a la zona, que llevó la sensación térmica hasta entre 10 y 15 grados bajo cero, y generó malestar puertas adentro.
También el amistoso ante los mexicanos estuvo a la altura de esta mala racha. Si bien River ganó 1-0, las lesiones reaparecieron. ¿La más grave? Manuel Lanzini, otro que como el Pity aguardaba esta pretemporada para lograr su mejor versión tras un semestre muy discreto, sufrió un desgarro en el isquiotibial derecho y tendrá para un mes de recuperación. Además, Santiago Simón padeció la luxofractura de un dedo de una mano y tampoco será opción en el lateral derecho. La única buena entre tantas malas fue que si bien el juvenil Tobías Leiva dejó la cancha llorando por un golpe en la tibia de la pierna derecha, no está lesionado.