Ansiosos por conocer al nuevo presidente y, sobre todo, plantearle sus propuestas para “compensar” los recortes por la reforma de Ganancias y los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), entre otros temas, los 23 gobernadores y el jefe de gobierno porteño llegaron relativamente puntuales a la reunión que convocó la semana pasada Javier Milei, que se celebra desde este mediodía. La asistencia, sin distinción por color político, fue perfecta, y se espera que el Presidente vuelva a transmitir la idea central del inicio de su administración: “No hay plata”.
En la larga mesa del salón Eva Perón estaba previsto que Milei, naturalmente, se sentara en la punta, con el ministro del Interior, Guillermo Francos, que organizó el encuentro, de un lado; y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, del otro. Junto al primero se sentaría la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Y si bien no estaba previsto que participaran, a último momento se sumaron el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem y la vicepresidenta, Victoria Villarruel, presidenta del Senado. En tanto, cada gobernador tenía pre-asignado un lugar específico, marcado con sus nombres en papelitos ubicados frente a cada silla.
A partir de las 11.30 empezaron a llegar los mandatarios por la explanada de Balcarce 24. Todos habían confirmado, y todos asistieron. Los primeros en arribar, juntos, fueron los de Pro, que son los que tienen la relación más cercana con el Presidente: Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Maximiliano Pullaro (Santa Fe) e Ignacio Torres (Chubut). Luego se sumaron el radical Alfredo Cornejo (Mendoza); Alberto Weretilnek (Río Negro). Y finalmente, pasadas las 12, los peronistas y kirchneristas, todos juntos: Raúl Jalil (Catamarca); Axel Kicillof (Buenos Aires); Gildo Insfrán (Formosa); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Ricardo Quintela (La Rioja).
Los gobernadores planean poner sobre la mesa una diversidad de temas que los preocupan: el futuro de la coparticipación (Francos asegura que no se tocará a pesar de las versiones que circularon entre los libertarios más ortodoxos durante la campaña); el recorte y el traspaso del manejo de los codiciados Aportes del Tesoro Nacional (ATN) de la órbita de Interior a Economía; el impuesto a las Ganancias; el pago de sueldos y de bonos de fin de año; el freno a la obra pública; los fondos para las cajas jubilatorias. El Gobierno, por su parte, espera asegurarse apoyo legislativo para el misterioso paquete de leyes con reformas de distintos tipos -jubilatoria, económica, tributaria, etc- que prepara desde antes de asumir y que enviará al Congreso próximamente.