El resultado del balotaje presidencial obliga al peronismo a barajar y dar de nuevo. El año electoral había sido esquivo para el PJ en líneas generales, con derrotas históricas en elecciones provinciales como el caso de Santa Cruz, Chubut, San Juan, Chaco y San Luis. Las fichas estaban todas en la elección nacional para intentar salvar el año, pero el candidato de Unión por la Patria,Sergio Massa, perdió con contundencia frente al libertario Javier Milei.
Entre los estandartes de la resistencia, el que asoma como un líder incipiente es el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. No solo fue reelecto, sino que se erigió como artífice fundamental de la remontada de Massa en las elecciones generales del 22 de octubre, cuando quedó a tan solo 3 puntos de ganar en primera vuelta. Pero eso quedó en el pasado y ahora deberá gobernar sin el respaldo de un presidente del mismo color político.
Ante ese nuevo escenario, Kicillof ya trabaja en el armado de equipos para encarar los próximos cuatro años al frente del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Y también tiende puentes puertas adentro de lo que quede de Unión por la Patria luego del 10 de diciembre. Necesitará de todas las colaboraciones posibles. Por eso en los últimos días mantuvo encuentros con intendentes, dirigentes del Frente Renovador y hasta La Cámpora, con la que se enfrió la relación el último tramo de la campaña.
El periplo del gobernador bonaerense comenzó este martes, con una primera reunión con su equipo de gobierno. Entre ellos, participaron aquellos que a partir del 10 de diciembre tomarán otros rumbos legislativos y ejecutivos, como Florencia Saintout (Instituto Cultural), Walter Correa (Trabajo), Sergio Berni (Seguridad), Leonardo Nardini (Infraestructura) y Julio Alak (Justicia).
Pese a que tan solo restan unas semanas para el inicio del nuevo mandato, todavía no hay indicios de quiénes reemplazarán a los ministros salientes. Pero tampoco hay precisiones sobre la continuidad del resto del gabinete. “No habrá novedades hasta finales de la semana que viene”
Horas después de la reunión con su equipo, el Gobernador se reunió con el ministro de Economía de la Nación y excandidato a presidente, Sergio Massa. “Fue un encuentro de gestión, Sergio y Axel tienen muy buena sintonía y fue para darle un cierre al año”, confiaron a este medio desde Provincia.
El nexo entre Massa y Kicillof se afianzó durante los últimos meses, donde prácticamente ellos dos en soledad, más el aporte del ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, fueron los únicos dirigentes que le pusieron el cuerpo a la campaña. La militancia de todas las fuerzas se hizo presente, pero la dirigencia, poco y nada.
Para cerrar el raid de reuniones, este miércoles comenzó con un encuentro con tres intendentes del Conurbano. Se trató de un acto de gestión, la firma de convenios de leasing por $640 millones en beneficio de tres distritos que adquirirán a través del Banco Provincia nuevos bienes de capital para fortalecer sus prestaciones. Participaron Jorge Ferraresi (Avellaneda); Alejandro Granados (Ezeiza); y Mayra Mendoza (Quilmes).
Pese a la formalidad de la cita, fue también la posibilidad de reforzar lazos en una zona clave de la provincia y con dirigentes de diferentes espacios. Ferraresi fue uno de los que coordinó la campaña junto a otros dirigentes de la “mesa de Ensenada”, como el intendente del municipio que le da nombre, Mario Secco. Granados es un histórico del PJ y Mendoza es referente de La Cámpora.
Con la intendenta de Quilmes había tenido algún cruce reciente, con motivo de una expresión del mandatario que había pedido generar nuevos liderazgos para “no cantar siempre las mismas canciones y crear nuevas”. También distanciado de Máximo Kirchner, necesita recomponer diálogo con el núcleo duro K.
Y sobre el final de la jornada se produjo una reunión que no pasó desapercibida. Kicillof recibió a Julio Glinternick Bitelli, embajador de Brasil “para seguir coordinando acciones entre la Provincia y el país hermano”. En un mensaje difundido en sus redes sociales, agregó: “Brasil es un socio estratégico para la Argentina y la cooperación es fundamental para impulsar el desarrollo de la región”.
La cumbre se produce días después de que el presidente de Brasil, Lula da Silva, informara que no estará presente en la asunción de Javier Milei. El propio presidente electo ha manifestado en más de una oportunidad que no tiene mayores deseos de continuar con las relaciones con el país vecino, por lo que la sugestiva reunión de Kicillof puede tener más de un mensaje.