San Lorenzo y Boca igualaron por 1-1 en el Nuevo Gasómetro por la fecha 12 de la Zona B de la Copa de la Liga con los goles de Miguel Merentiel, para el Xeneize, y el empate de Adam Bareiro, en un clásico que terminó con mucha polémica.
El resultado, acaso injustamente, termina por condenar a dos equipos que, con sus más y sus menos, dejaron todo, pusieron lo que tenían, no se quedaron con nada. El club de La Ribera no se derrumbó, no se dejó caer, ni se entregó sin luchar, como cuenta el tango. Ante la desilusión del Maracaná y la debacle de Almirón, puso el pecho a las balas. Con sus problemas de consistencia de siempre, al fin y al cabo nadie cambia en media semana, pero con carácter, determinación, también espíritu de supervivencia, porque había que ganar para pelear otro día. El equipo de Mariano Herrón fue superior, muy superior, durante 70 minutos. Atacó más y mejor. Fue más desde lo técnico y lo táctico, desde lo actitudinal, desde las calidades individuales y colectivas.
Por su parte, el Ciclón jugó a otra cosa y no fue magia: primero avisó Federico Girotti con un cabezazo al palo, y después vino el empate. En un centro de Cristian Barrios que encontró a Bareiro, con un Sergio Romero que salió a cualquier parte y le dejó al Cuervo la puerta abierta del empate. El final fue una locura, el local descompensado y el visitante reaccionó como pudo. Barrios hizo explotar la noche con un golazo, pero un offside de hilo de coser, que tan mal le están haciendo al fútbol, le quitó un triunfo heroico del buche.
Por la jornada 13 de la Copa de la Liga, el elenco que dirige Herrón recibirá en La Bombonera a Newell’s el domingo desde las 16.45; mientras que los conducidos por Rubén Darío Insua visitarán a Defensa y Justicia en el estadio Norberto Tomaghello el mismo día a las 14.30.