Patricia Bullrich y Javier Milei fueron los dos presidenciables opositores que expusieron en el Consejo de las Américas. Tuvieron estilos y propuestas diferentes y cosecharon disímiles reacciones. El ministro y candidato oficialista planteó los riesgos de las propuestas del líder libertario
La vigésima edición del Consejo de las Américas, la reunión que convoca todos los años a empresarios de primera línea de la Argentina, estuvo cargada esta vez con la tensión inevitable de un año con elecciones presidenciales. Se hizo en dos partes, para que pudieran participar los tres principales candidatos. Y quedó expuesto que el país enfrentará el próximo 22 de octubre mucho más que la definición de quién ejercerá la primera magistratura: se elegirán modelos con profundas diferencias.
Durante la mañana y en medio de una amplia lista de destacados oradores, expusieron Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio; y Javier Milei, de La Libertad Avanza, mientras que por la tarde fue el turno del ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, tras llegar del viaje a Washington, donde firmó el acuerdo con el FMI, y Paraguay, donde puso en marcha obras con el presidente de ese país Santiago Peña.
La apertura estuvo a cargo de la presidenta y CEO de la Americas Society/Council of the Americas, Susan Segal, y del presidente de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), Natalio Mario Grinman, anfitriones del encuentro. Desde el comienzo, el evento estuvo cruzado por el impacto del anuncio sorpresivo que hizo Alberto Fernández del ingreso de Argentina a los BRICS a partir de enero próximo, cuando el presidente ya habrá terminado su mandato. Pero también por las dudas que hay en el mundo empresario por el tipo de país que proponen los tres candidatos más votados en las PASO.
En las exposiciones abundaron las referencias sutiles, abiertas y otras directas a los rivales. Con Milei en el centro, tanto Bullrich como Massa cuestionaron los planteos en torno a la dolarización, el cierre del Banco Central y la suspensión de los acuerdos comerciales con China y Brasil, entre otras medidas.
Massa abordó en su discurso -que duró cerca de 40 minutos en el salón de actos de la sede de la CAC, a metros de Plaza de Mayo- las consecuencias concretas que podría tener para la economía en general y para la suerte de las empresa si se llegaran a aplicar esas propuestas. Como viene haciendo desde la noche misma de las PASO, eligió confrontar con Milei. “Hay dos caminos, no hay tres”, aclaró.
Durante la charla, y frente a los dueños y máximas autoridades de las empresas más importantes del país, el ministro de Economía les pidió que “hagan la cuenta del almacenero”. Massa encontró en la dolarización y el anuncio que hizo el líder libertario de desactivar los acuerdos comerciales firmados con “países comunistas” una hendija donde contraponer sus argumentos.
Es parte de la estrategia de evitar cargar personalmente contra Milei, pero discutir sus propuestas y exponer los efectos que podrían tener. Es una variante de la “campaña del miedo”. Ocurre mientras Juntos por el Cambio, que quedó segundo en las PASO, enfrenta un panorama más complicado porque disputa con Milei similar electorado.
“Rompiendo con China perdemos un mercado de USD 15.000 millones, rompiendo con Brasil y Mercosur, un mercado de USD 12.000 millones. No sé cómo van a hacer para llevar adelante la actividad industrial sin importación de bienes intermedios de esos países. No les pido que tomen partido por una fuerza política, tomen partido por sus empresas. Les pido que a la hora de discutir el futuro del país, por lo menos hagan la cuenta del almacenero”, afirmó Massa. “Lo que viene es la destrucción del capital y el valor de sus compañías”, les dijo el candidato a presidente de Unión por la Patria, que a diferencia de los otros candidatos, recibió y respondió preguntas del auditorio.
El ministro de Economía destacó que “Argentina no es un país desarrollado que puede aceptar que todas las reglas de mercado se desarrollen libremente. La elección de fondo es si Argentina es un país primarizado, solamente enfocado en la exportación de bienes primarios, o si es un país que elige un proyecto de desarrollo industrial”.
“Esta idea de libre mercado destruye a las empresas. ¿Qué pasaría con nuestra industria farmacéutica si dejáramos que ingresen medicamentos de la India. O por qué no le preguntan qué les pasó a los empresarios de Ecuador” con la dolarización, desafió el candidato de Unión por la Patria, en clara alusión a su rival de La Libertad Avanza.
Y sumó una hipótesis que planteó apenas Milei explicó una de las cuatro alternativas que maneja para avanzar con el reemplazo del peso por el dólar. “Si rompemos con nuestros dos socios comerciales ¿vamos a dolarizar sin los dólares de exportaciones? ¿De dónde van a salir los dólares de la dolarización?”.
“¿De verdad alguien cree que hay fondos de riesgo que firmaron contratos de confidencialidad con un candidato para garantizar la dolarización? Les pido a ustedes que son gente seria que raspen un poquito cuando escuchan esas cosas. Ya no se lo pedimos a los periodistas, se lo pedimos a los empresarios”, planteó, en referencia a Milei, pero sin nombrarlo. Además, alertó que el plan anunciado por el candidato libertario implicaría, según su interpretación, “un Plan Bonex”, en referencia al canje compulsivo de los depósitos a plazo fijo por títulos públicos que se realizó en 1989, antes de que se pusiera en marcha la Convertibilidad.
En el salón de la CAC, además de Grinman y Susan Segal, estuvieron empresarios y dirigentes de entidades patronales, como el presidente de la UIA, Daniel Funes De Rioja, que también conduce la COPAL, la entidad que agrupa a las empresas alimenticias y que difundió esta semana un duro comunicado donde planteó que “acatar una imposición gubernamental no es acuerdo voluntario en materia de precios”.
“En el ‘aplausómetro’ sin dudas ganó Patricia Bullrich. A ella la aplaudieron muchas veces y hubo sintonía con sus ideas. Después estuvo Massa, pero con él se hizo en otro lugar más chico, es ministro y justo llegó de Washington después de cerrar el acuerdo con el Fondo. Con Milei fue distinto: apenas lo aplaudieron una vez y fue todo muy frío”, explicó un dirigente empresario que participó de varios encuentros como el de este jueves y prefirió no ser nombrado.
Milei fue, de los tres candidatos, el que generó menos simpatías. Su discurso repitió los mismos argumentos que suele exponer en público y en privado, pero lo que peor cayó fue que igualó a “los políticos ladrones” con los “empresarios prebendarios”. Esa frase resonó en el salón del coqueto Hotel Alvear, que se colmó con más de 1.000 personas.
En la primera fila estaban representantes de la Cámara de la Construcción, a la que Milei suele apuntar por la relación que tiene con los gobiernos de todos los signos, debido a las obras públicas que realiza el Estado.
La única vez que se generó alguna empatía con el auditorio fue cuando Milei le hizo un guiño a Fátima Florez, su nueva pareja, a quien la suele mencionar como “la 540″. “El cambio de verdad es uno de 180 grados, que en 3 generaciones, da 540. Y todos saben qué significa… Le mando saludos”. El resto de su discurso, que duró 48 minutos, no logró despabilar a un auditorio que estaba entre la abulia y la indiferencia.
Fue exactamente la contracara de lo que había ocurrido antes con Patricia Bullrich, la candidata a presidente de Juntos por el Cambio, que recibió doce veces aplausos a medida que exponía sus propuestas de campaña. El primer reconocimiento fue apenas empezó y anunció que si ella es electa presidenta va a sacar a la Argentina de los BRICS.
“El Presidente, que está en una situación de enorme debilidad, comprometió a la Argentina a la entrada a los BRICS mientras se desarrolla la invasión a Ucrania, y con más razón, junto al ingreso de Irán, país con el que la Argentina tiene una herida profunda abierta por los ataques en nuestro territorio”, cuestionó la dirigente y recibió su primera aclamación.
Cuando expuso Javier Milei, la frase que pronunció en contra del acuerdo con los BRICS -“no voy a impulsar un trato con comunistas”- sólo recogió silencio.
En cambio, a Bullrich la aplaudieron cuando advirtió que tendrá “el gobierno más austero que recuerde la República Argentina”, al responsabilizar al kirchnerismo por estar el país “al borde de la disolución”, al calificar al cepo al dólar como “un instrumento de tortura”, el anuncio de que habrá más derogación que sanción de leyes, la reforma laboral, el impulso de reformas políticas en las provincias, y que “nadie más nos saca del poder con 14 toneladas de piedras” porque “se viene un shock de orden”
“Hay empresarios que dicen abiertamente que van a votar a Javier Milei, pero no son la mayoría. Algunos dudan de la posibilidad de que pueda hacer todo lo que promete. Y otros se preocupan por las consecuencias que pueden tener muchas si las medidas que plantea efectivamente las pone en marcha”,