El Ministerio de Seguridad ha quedado bajo la conducción de Alejandra Monteoliva, en sustitución de Patricia Bullrich, quien ha asumido su escaño en el Senado. La confirmación, complementada por declaraciones del presidente Javier Milei y un comunicado oficial, culmina el rediseño del Gabinete previo al recambio legislativo programado para el 10 de diciembre. Asimismo, Carlos Presti fue ratificado como ministro de Defensa, sucediendo a Luis Petri.
El arribo de Monteoliva se enmarca en un contexto político de significativa intensidad. El Poder Ejecutivo sostiene que esta designación garantiza la continuidad de la política de seguridad implementada desde diciembre de 2023. En este sentido, su perfil técnico y su experiencia en administraciones tanto provinciales como nacionales la posicionan como una figura esencial para la preservación de la estructura previamente definida.
El Gobierno fundamenta su decisión en un argumento primordial: la necesidad de mantener la dirección establecida. El Presidente Milei enfatizó la vasta experiencia de la nueva ministra. Por su parte, Bullrich aseveró que Monteoliva “marcó una diferencia significativa” durante su gestión como secretaria de Seguridad. Ambas manifestaciones buscan proyectar estabilidad en un área de alta sensibilidad para el oficialismo.
No obstante, su nombramiento ha suscitado críticas y revisiones de su historial. Medios como Gelatina y Radio AM 530 han examinado episodios controvertidos de su actuación precedente. En este contexto, su llegada no solo simboliza la continuidad, sino que también reabre el debate sobre su trayectoria en la función pública.
Una trayectoria extensa y un pasado que retorna al foco de la atención
Oriunda de Córdoba, Monteoliva cursó la licenciatura en Relaciones Internacionales en la Universidad Católica de Córdoba. Posteriormente, completó una maestría en la Universidad de los Andes, en Colombia, donde ejerció como académica y dirigió programas en Ciencia Política y Gestión Pública. Durante ese período, brindó asesoramiento en procesos en naciones como Honduras y El Salvador, ambas caracterizadas por conflictos en materia de seguridad.
En 2012, regresó a Córdoba para integrarse como asesora en el Ministerio de Seguridad provincial durante la gestión de José Manuel de la Sota. Al año siguiente, fue nombrada ministra de Seguridad. Este período es el que nuevamente genera controversia. Según se rememoró en Radio AM 530, Monteoliva ocupó el cargo durante el acuartelamiento policial de 2013, un conflicto de índole salarial que resultó en el retiro de la policía de las calles, propiciando saqueos, actos de violencia y dos fallecimientos. Las críticas se centran en la supuesta ineficacia en la gestión de dicho conflicto. Tras el retorno urgente de De La Sota al país, la funcionaria fue relevada de su cargo.
En el programa Gelatina también se afirmó que Monteoliva era la persona de mayor confianza de Bullrich y la candidata predilecta de la exministra para sucederla. El medio recordó que fue “expulsada del Gobierno de Córdoba” después del acuartelamiento y los saqueos, un detalle que añade elementos a la polémica que rodea su designación.
Posteriormente a su desvinculación de la administración cordobesa, Monteoliva colaboró en el Ministerio de Seguridad de la Nación durante el mandato de Mauricio Macri. Bullrich la incorporó como directora de Gestión de Información Criminal. Más tarde, mantuvo su vínculo con el PRO, asesorando la Secretaría de Seguridad de Vicente López en 2020 durante la intendencia de Jorge Macri. Desde 2023, se desempeñó como secretaria de Seguridad de la Nación hasta su reciente promoción.
Respaldos internos y una doctrina que el Gobierno se propone mantener
Tras el anuncio, Monteoliva difundió su primer comunicado como ministra. Expresó su gratitud a Bullrich y se comprometió a perseverar en su línea de trabajo. Hizo alusión a la “doctrina Bullrich” y aseguró que su objetivo será “proteger a cada ciudadano argentino de bien”. Su declaración buscó ratificar la noción de continuidad que promueve el oficialismo.
Bullrich, por su parte, publicó un mensaje de apoyo. Destacó su “coraje” y su “solidez”, instándola a mantener la “mano dura, reglas claras y la certeza de que quien las incumple, afronta las consecuencias”. Dicho mensaje establece la hoja de ruta que la gestión aspira a preservar.
En las plataformas digitales, el Presidente Milei celebró la incorporación de Monteoliva y de Presti. El comunicado oficial emitido por el Poder Ejecutivo reforzó la idea de que ambas designaciones son fundamentales para avanzar hacia “la Argentina potencia”. Para el Gobierno, la prioridad radica en sostener estructuras robustas, profesionales y apolíticas en las carteras de Seguridad y Defensa.



















