El diputado peronista electo, Guillermo Michel, manifestó una postura crítica respecto al rumbo económico adoptado por el Gobierno y exhortó a iniciar un debate profundo sobre la orientación de las políticas fiscales, laborales y productivas.
En este orden de ideas, el legislador entrerriano subrayó que, en términos de asignaciones presupuestarias, la cuestión radica en una definición de prioridades. Un ejemplo patente de este modelo, señaló Michel, “se evidenció con la determinación del gobierno de otorgar en 72 horas un alivio fiscal a 8 cereales por 1.700 millones de dólares”. Y añadió: “En última instancia, existen recursos; lo que debe ser materia de discusión es a quién se destinan”.
En este sentido, el referente del Frente Renovador anticipó su intención de impulsar una reforma tributaria alternativa a la propuesta gubernamental, cuyo propósito sea establecer un sistema más equitativo, eficiente y progresivo. Ante tal escenario, sostuvo: “Mi aspiración es debatir una reforma tributaria sustancialmente distinta a la planteada por el Gobierno”. A juicio del especialista en derecho tributario, el Estado debería conferir prioridad a los sectores que estimulan el desarrollo, la producción y el consumo interno.
En declaraciones a nuestra redacción, afirmó que su propuesta se articula en tres fases: en primer lugar, “proceder a una simplificación para PyMEs y un alivio fiscal en impuestos al consumo y a los ingresos”. Ulteriormente, “poner en consideración el costo tributario del salario, puesto que una reforma laboral por sí misma no es suficiente para generar empleo”. Y en tercer lugar, segmentar las cargas impositivas conforme al tamaño de cada empresa, dado que “en la Argentina hay 510.000 empleadores y cerca de 190.000 poseen uno o dos trabajadores”, mientras que las PyMEs “terminan acatando las mismas normativas que las grandes corporaciones a pesar de ser responsables del 70% de la creación de empleo”.
En relación con la reforma laboral, Michel cuestionó la premisa del oficialismo según la cual la flexibilización genera empleo de manera intrínseca: “La reforma laboral no crea puestos de trabajo per se; estos se generan mediante un programa de crecimiento económico. No obstante, si se persiste en la apertura indiscriminada de importaciones, el único resultado será la continua destrucción de la industria y el empleo”, enfatizó, resaltando la imperiosa necesidad de un modelo que fomente la inversión, la producción y el valor agregado.
Finalmente, Michel alertó sobre las repercusiones sociales y económicas derivadas del actual rumbo económico: “La única vía para la viabilidad de este modelo social de gobierno es prescindiendo de la clase media y de una industria robusta”. Para Michel, el fortalecimiento de ambos sectores constituye una condición sine qua non para asegurar un país equilibrado, dinámico y con oportunidades para la mayoría de la población.



















