El presidente electo de EEUU, Donald Trump, advirtió a la Unión Europea (UE) el viernes que deberá reducir su déficit comercial con EEUU mediante la compra masiva de petróleo y gas, o enfrentarse a la imposición de aranceles.
En un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, Trump expresó: “Le dije a la Unión Europea que deben compensar su enorme déficit con Estados Unidos mediante la compra a gran escala de nuestro petróleo y gas. ¡De lo contrario, serán ARANCELES hasta el final!”
Actualmente, la UE mantiene un superávit comercial con EEUU, con exportaciones que superan las importaciones por alrededor de 20.000 millones de euros, según los últimos datos disponibles de octubre.
En el contexto energético, Washington es el mayor productor mundial de petróleo y un exportador clave de gas natural licuado (GNL), especialmente hacia Europa, que es su mayor importador. Las exportaciones de GNL de EE. UU. han crecido considerablemente desde la crisis entre Rusia y Ucrania, que redujo el suministro de gas ruso hacia Europa. En 2023, Estados Unidos representó el 48% de las importaciones europeas, frente al 44% de 2022 y al 27% en 2021.
¿Amenaza o estrategia?
La propuesta de Trump de incrementar los aranceles ha sido uno de los pilares de su campaña para regresar a la Casa Blanca. Durante su mandato anterior, Trump ya propuso imponer aranceles más altos a las importaciones estadounidenses, alineándolos con los que otros países imponen a las exportaciones estadounidenses. En este sentido, sugirió establecer un arancel básico universal de entre el 10% y el 20%, que podría elevarse hasta el 60% en el caso de productos provenientes de China.
Además, Trump ha señalado que protegería la industria automovilística estadounidense mediante la aplicación de aranceles severos, proponiendo una subida de hasta el 100% sobre los autos importados de México y una duplicación de los aranceles a los autos eléctricos chinos hasta un 200%.
Su predecesor, Joe Biden, ya había aumentado en septiembre los aranceles a los coches chinos, elevándolos del 25% al 100%, además de incrementar impuestos a productos como baterías de iones de litio y células solares fotovoltaicas.
Los analistas se muestran cautelosos ante la incertidumbre que generan los planes comerciales de Trump. Se cuestiona hasta qué punto estará dispuesto a concretar estas políticas y si su retórica es simplemente un punto de partida para negociaciones futuras. “El enfoque de ‘tierra quemada’ de Trump ha alimentado los temores de una guerra comercial, con inversores cada vez más preocupados ante la posibilidad de que Europa sea la siguiente en su mira”, indicó Matt Britzman, analista de Hargreaves Lansdown.
Algunos observadores creen que las amenazas de Trump son en realidad tácticas de negociación. Scott Bessent, nuevo secretario del Tesoro de EE. UU., sugirió que los planes de Trump podrían cambiar una vez esté en el poder, señalando que su estrategia es elevar las tensiones para luego reducirlas. Por otro lado, el ex primer ministro italiano Enrico Letta describió la propuesta de Trump como un “enfoque transaccional” que mezcla cuestiones de energía y comercio de bienes. Según Letta, los países de la UE deben estar preparados para responder a este enfoque, y en un ámbito financiero más asimétrico, podrían explorar alternativas en ese terreno.
Desde otra perspectiva, Kathleen Brooks, directora de análisis en XTB, observó que las amenazas de Trump han estado vinculadas a acusaciones de problemas sociales en Estados Unidos, como el tráfico de drogas o la inmigración. Esto ha agregado una nueva dimensión a las tensiones comerciales, lo que podría incrementar los riesgos en los mercados globales en 2025.