El acceso a la vivienda es una de las problemáticas que más debate ha generado en los últimos años. Desde el sector inmobiliario aseguran que la Ley de Alquileres sancionada en 2020, lejos de mejorar la situación, profundizó las barreras para encontrar un sitio donde vivir. A pesar de esto y de que el 2024 arrancó con grandes aumentos de los cánones, parece que se está alcanzando una estabilidad para el cierre este año.
Así lo refleja un relevamiento privado de precios de locación realizado por Reporte Inmobiliario, que toma los datos de las publicaciones de arrendamiento en la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, los resultados del último trimestre, publicados en noviembre, reflejaron una desaceleración en los valores para los contratos nuevos.
Según surge de las mediciones, los costos de arrendamiento se encarecieron en un 12, 9% entre septiembre y noviembre. Se destaca en el análisis que este porcentaje es el más bajo desde el 2020, año en el que empezó a tener vigencia la Ley de alquileres hoy derogada por el Gobierno de Javier Milei.
Si bien es cierto que los precios de departamentos de tres ambientes aumentaron un 125,12% de forma interanual, parece que hacia el cierre de este año la tendencia alcista va perdiendo impulso por primera vez desde diciembre de 2023. Para el caso de los inmuebles de dos ambientes el incremento fue de 137,09%. Estos dos porcentajes se ubican por debajo de la inflación acumulada que informó el INDEC para el mismo periodo, que fue de 166%.
“Definitivamente, la derogación fue un éxito total. La oferta creció 10 veces y los valores aminoraron su impulso alcista, que estaba descontrolado. En el mundo toman esta medida como ejemplar (de hecho en Italia piensan copiar algo del DNU). La derogación tuvo eco en los principales medios internacionales”, afirmó Germán Gómez Picasso.




















