El escenario tan deseado por el gobierno nacional de que el gasto público de la Nación, las provincias y los municipios sea de solo el 25% del Producto Bruto Interno (PBI), tal cual lo estipula el Pacto de Mayo, recién se podría alcanzar en el año 2042, en función del potencial de crecimiento de la economía, y siempre que el gasto aumente por debajo de la velocidad a la que se expanda la actividad.
Así lo indica un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en el cual se proyectan diferentes escenarios en los cuales se podría alcanzar la meta fijada por Javier Milei, bajo la condición de que ya no habrá más recortes de gastos, como se vino haciendo hasta este momento, sino que se expanda a menor ritmo de lo que lo haría el PBI.
El estudio toma en cuenta que según concluya el nivel de gastos de los tres niveles de gobierno en 2024, que sería del 33%, en 2025 éste se mantendría igual en términos del PBI, porque se proyectan incrementos del 5% en las erogaciones, contra un crecimiento de la economía de igual magnitud.
“Se tiene que el peso relativo del gasto público nacional podría ser de 17,7% del PBI en 2024, lo que implicaría un descenso de 4 puntos porcentuales respecto al año 2023”, indica el estudio.
En ese sentido, se plantea que “el peso relativo del gasto público provincial podría ser de 12,9% del PBI, lo que derivaría en una baja de 2,5 puntos. A nivel municipal, podría ser de 2,9%, descendiendo 0,6 puntos”.
“De cumplirse estas proyecciones, el peso relativo del gasto público consolidado argentino podría bajar 7,1 puntos porcentuales del PBI, descendiendo desde 40,6% del PBI en el año 2023 al 33,5% del PBI en 2024”, estima el IARAF.
Motosierra: tres escenarios potenciales
Partiendo de la hipótesis de que el gasto se va a mantener constante en términos de PBI en 2025, la entidad proyecta tres escenarios con crecimiento del PBI del 3%, 4% y 5% desde 2026, con un incremento anual del gasto en términos reales del 1,2%, lo que sería necesario para mantener la misma dotación de servicios del Estado en relación al crecimiento poblacional.
El trabajo señala que, en el primer escenario supuesto, el peso relativo del gasto decae a un ritmo más lento que en los otros escenarios y por ende, se proyecta que recién en el año 2042 se llegaría a un nivel relativo de gasto público de 24,8% del PBI.
En el segundo escenario, de un crecimiento promedio anual del PBI del 4%, se lograría llegar en el año 2036, es decir 6 años antes que en el caso anterior y, por último, en el tercer escenario supuesto (el más optimista), se lograría el objetivo en el año 2033.
“Si se dieran estas pautas supuestas, se requerirían 9 años (de mínima) para que el peso del gasto sea similar al definido como objetivo en el Pacto de Mayo. El decrecimiento promedio anual del gasto público consolidado aumenta mientras mayor sea el crecimiento del PBI de cada escenario”, resalta el IARAF.
En ese sentido, se indica que en el escenario 1 el decrecimiento del peso relativo del gasto público consolidado promedio sería de aproximadamente 0,5 puntos por año, en el 2, de 0,8, y en el 3, de 1,07 puntos del PBI.