La afirmación del presidente Javier Milei de que el piso de inflación del 2% mensual es el que genera el propio programa de estabilización, al fijar una tasa de devaluación del peso de esa magnitud, es parcialmente cierta.
Se supone que si la inflación tiende a ese nivel, se podría en paralelo con la tasa de devaluación del peso del Banco Central. Y por lo tanto, si se baja el denominado “crawling peg” debería bajar la inflación.
Pero según advierte en un informe la consultora Invecq, si Santiago Bausilli y el directorio de la entidad monetaria decidieran reducir la tasa de “crawl”, eso no necesariamente se transformaría en menor suba de precios.
La explicación es el retraso de las tarifas de servicios públicos. A pesar del duro ajuste que hubo a lo largo del 2024 que significó una disminución del gasto en subsidios, la realidad es que todavía el precio que pagan los usuarios por la electricidad y el gas siguen atrasados. Algunos ya pagan tarifas plenas, pero otros no.
El informe recuerda que el comportamiento del precio de los alimentos está mucho mas alineado con el precio del dólar que el de las tarifas, que está vinculado mas que nada a los aumentos de tarifas que concede el gobierno y la evolución de los salarios.
Todavía falta subir tarifas
Invecq señala, respecto de los servicios, que ”si bien el gobierno avanzó bastante, todavía falta”. “Por ejemplo, “Electricidad, gas y otros combustibles” se encuentra 33% por debajo de su precio relativo de 2019 en Gran Buenos Aires, y “Transporte Público” un 25%”. “Si se usa dicho período como ‘base’, quedan cinco puntos de inflación ‘reprimida’ por regulados atrasados”, estima la consultora.
Por otro lado, el informe señala que “el salario privado registrado acumula seis meses consecutivos de subas reales, aunque aún no volvió al nivel de noviembre 2023, y morigeró bastante el ritmo de recuperación en agosto y septiembre”.
“En cuanto a los informales, dado el retraso en las estadísticas oficiales, es difícil saber su situación actual, pero es de esperar que sea peor que la de los formales”, agrega el estudio.
Aún disminuyendo el crawl al 1% la inflación no bajaría de 2%
De ese modo, Invecq plantea un escenario en los próximos meses en el que el precio de bienes como los alimentos siga bajando si el gobierno reduce el crawling peg de 2% al 1% mensual. Pero el precio de los servicios públicos debería subir.
El estudio toma en cuenta que en 2025 el gobierno necesita que los salarios le ganen a la inflación por ser año electoral. “Haciendo un ejercicio hipotético, en el cual estos llegan a octubre 2025 con un poder de compra 5% superior al de noviembre 2023, la inflación oscilaría en torno al 2,3% mensual durante el primer semestre, guarismo muy inferior al de 2024, pero lejos de la nueva pauta cambiaria”, estima el reporte.
A ello se agrega que podría haber una presión dolarizadora en 2025 como consecuencia del entorno electoral, como es habitual en Argentina. Eso podría hacer ampliar la brecha con el dólar oficial y potenciar inflación ya sea por vía del dólar blend o por simples expectativas negativas.