Boca venció por 1-2 a Sportivo Trinidense en el Estadio La Nueva Olla por la cuarta fecha del Grupo D de la Copa Sudamericana, y se acomodó en el grupo.
El equipo de Diego Martínez fue de mayor a menor en un primer tiempo que terminó con un cachetazo, y en el que cada vez que intentó tomar el protagonismo su rival le recordó que también era capaz de generar peligro. Brian Andrada lo tuvo primero para el local con un disparo alto y el Xeneize reclamó penal por un brazo en el área de Axel Cañete que fue considerado de apoyo, el VAR ni siquiera llamó al árbitro Cristian Garay.
Hasta que, a los 44 minutos, un pelotazo frontal complicó a la última línea visitante, Fernando Romero habilitó cabeceando hacia atrás y dejó a Andrada cara a cara con Chiquito Sergio Romero, al que venció con un disparo alto a su derecha.
En el segundo tiempo el conjunto argentino arrancó un tanto errático y Romero tuvo trabajo ante Pedro Delvalle, pero a los cinco minutos cambió la mano para el Azul y Oro cuando el delantero paraguayo tomó a Cristian Lema y se ganó la roja por doble amonestación, tras recibir la primera por sacarse la remera al festejar su gol. El club de La Ribera casi lo iguala primero con una pelota que no pudo conectar Cavani y, a los 69, fabricó su gol con un centro desde la izquierda de Lautaro Blanco que Nicolás Figal peinó de pique al primer palo.
Más tarde, el ingresado Luca Langoni rompió el travesaño con un disparo que, de haber sido gol, hubiese valido más allá de que en el campo cobraron offside. Hasta que, a los 91 minutos, el artillero uruguayo metió un tiro libre con un guante en el ángulo derecho para el gran desahogo del conjunto de Martínez.
Trabajosamente, Boca construyó una victoria bien copera para prenderse en la zona: en la próxima fecha recibe a Fortaleza, que lo aventaja en la cima por dos puntos, y todo puede pasar.