Javier Milei fortaleció su ofensiva diplomática contra Nicolás Maduro por su sistemática violación de los derechos humanos en Venezuela, a cuatro meses de las elecciones que pretenden mantener al líder populista frente al régimen caribeño.
El Presidente no sólo descartó designar a un embajador argentino en Caracas, sino que además utiliza todos los foros multilaterales para condenar la represión ilegal que ejecuta Maduro contra la oposición política y los medios de comunicación.
En este contexto geopolítico, el embajador argentino ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Carlos Foradori, pronunció un fuerte discurso que desnudó la represión política que lidera Maduro para derrotar a la oposición en los comicios presidenciales del 28 de julio.
“La Argentina expresa su profunda preocupación por el agravamiento de la situación de derechos humanos en Venezuela, en especial las detenciones arbitrarias, el acoso y amenazas a los opositores políticos y la censura a la prensa y las restricciones a las ONG (Organizaciones No Gubernamentales)”, enfatizó Foradori durante su presentación ante el Consejo de Derechos Humanos que sesionó en Ginebra.
“Las detenciones de militantes políticos, la inhabilitación de la líder opositora María Corina Machado, la detención arbitraria de María San Miguel, la expulsión de los miembros de la oficina del Alto Comisionado, todos estos hechos no se tratan de incidentes aislados, sino de una serie de situaciones que parecen formar parte de un plan coordinado para silenciar a los críticos y a quienes se perciben como opositores”, sostuvo Foradori en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Milei tiene una mirada crítica sobre el régimen de Venezuela y sus lazos geopolíticas con Rusia, China, Irán, Nicaragua y Cuba. Desde esta perspectiva, el presidente enfrió las relaciones bilaterales con Caracas y decidió entregar a la justicia de Estados Unidos un Boeing 747 de Emtrasur que estaba secuestrado en Aeroparque por sus vínculos con organizaciones terroristas que operan bajo las órdenes de Teherán.
La posición diplomática del gobierno, que contrasta con la ambigüedad explícita que administró Alberto Fernández, abrió una profunda disputa ideológica entre Milei y Maduro. El Presidente condena la ausencia de libertad en Venezuela, mientras que el líder populista asegura que Milei es sólo una pieza en el tablero de mando de la Casa Blanca.
Esta fuerte tensión bilateral se replicará en todos los organismos multilaterales. Argentina tiene previsto hoy argumentar en la OACI (Organización de Aviación Internacional) que Maduro está violando el Convenio de Chicago de 1994, cuando prohíbe que los aviones de Aerolíneas vuelen por encima del espacio aéreo de Venezuela.
Maduro prohibió los vuelos de Aerolíneas sobre territorio local en represalia a la decisión de Milei de permitir que Estados Unidos secuestre y desguace un Boeing 747 de Emtrasur incautado por la justicia de Argentina debido a su oscura relación con Irán.
Durante de la sesión de la OACI convocada para hoy en Montreal, el cónsul general Gerardo Bompadre responderá a Venezuela que la entrega del avión de Emtrasur fue una decisión del Poder Judicial que la Casa Rosada cumplió sin dilaciones. A su vez, el cónsul Bompadre explicará en la OACI que Caracas sólo prohíbe los vuelos de la Argentina y que esa decisión unilateral viola la normativa básica del Convenio de Chicago.
“Maduro no aplica esa medida ni con Estados Unidos, y utiliza el secuestro del avión de Emtrasur para hacer campaña electoral”, comentó un funcionario clave del Palacio San Martín.
Milei continuará su estrategia de condenar la situación política en Venezuela y descarta, por ahora, romper relaciones bilaterales con el régimen populista. El presidente cree que es más efectivo condenar a Maduro en los foros internacionales que suspender los vínculos formales con Caracas.