Los sorteos de las fases de grupos de la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana y los equipos argentinos ya comienzan a ilusionarse con el camino a la gloria internacional se llevaron a cabo anoche en Asunción.
El equipo que más alivio sintió al finalizar el sorteo de la Copa Libertadores fue River, que integrará el Grupo H y logró zafar de enfrentar a un brasileño como también la siempre difícil altura. Se medirá contra Libertad de Paraguay, tendrá como único viaje largo a Venezuela para medirse con Deportivo Táchira y luego tendrá un destino cercano frente a Nacional de Montevideo, Uruguay.
Por otro lado, Rosario Central vio a todos los cucos de los cabezas de serie pasar de largo y le tocó quien, a priori, sería el menos fuerte, como Peñarol de Uruguay, pero no se salvó del viaje a Brasil ya que enfrentará a Atlético Mineiro y además tiene un largo trayecto hasta Venezuela ante Caracas.
Uno de los equipos que más se agarró la cabeza al ver lo que las bolillas del sorteo determinaron fue San Lorenzo. El Ciclón, que atraviesa un momento irregular en la Copa de la Liga, no solo deberá jugar ante el Palmeiras de Brasil, semifinalista de las últimas dos ediciones y campeón en las anteriores dos, sino que además viajará a Ecuador para enfrentar a Independiente del Valle, protagonista durante los últimos años, y cierra el grupo Liverpool de Uruguay, campeón de la liga charrúa durante 2023.
Los otros dos equipos argentinos en Copa Libertadores son Talleres de Córdoba y Estudiantes de La Plata. La T tendrá a un rival accesible como Cobresal, pero deberá viajar a Ecuador para jugar contra Barcelona de Guayaquil y tendrá una difícil parada en Brasil contra San Pablo. Por su parte, el Pincha se medirá con otro brasileño, Gremio, deberá ir a la altura de La Paz contra The Strongest de Bolivia y Huachipato de Chile como el más débil del grupo.
Boca era uno de los cabezas de serie de la Copa Sudamericana y vivió el sorteo del lunes con el deseo de evitar un grupo fuerte para poder ingresar sin inconvenientes en los octavos de final y evitar el segundo puesto, que clasifica a 16vos y te enfrenta contra algún tercero de la Libertadores, como, por supuesto, quedar eliminado. Sin embargo, no todo salió como el Xeneize esperaba: el segundo bombo le puso en el Grupo D a Fortaleza de Brasil, finalista de la última edición, tendrá que viajar a la altura de Bolivia ante Nacional Potosí y cerrará ante Sportivo Trinidense de Paraguay.
Argentinos Juniors, que integra el Grupo F, salió ganando en la repartija de kilómetros: es el equipo argentino que menos viaje tendrá en la Sudamericana. Sin embargo, sus rivales podrían presentarle dificultades. Tendrá que jugar con Corinthians de Brasil, Racing de Montevideo y Nacional de Paraguay.
La última bolilla que salió seleccionada en la Copa Sudamericana fue la de Racing, que integrará el Grupo H. La Academia sí tiene a un brasileño como el rival a vencer, que será Bragantino, finalista en 2021, pero le tocaron viajes cortos, a Chile para medirse con Coquimbo Unido, y a Paraguay para enfrentar a Sportivo Luqueño. Por supuesto, siempre hay que jugar y nada garantiza nada.
Otro de los equipos con rivales, a priori, no tan fuertes es Lanús, pero tendrá destinos complicados. Jugará ante Metropolitanos de Venezuela, Cuiabá de Brasil y en la altura de Cusco ante Deportivo Garcilaso de Perú.
Al ser cabeza de serie, Defensa y Justicia se salvó de enfrentarse a los grandes cucos de la Copa Sudamericana, pero sí tendrá un gran inconveniente, deberá enfrentar a Always Ready de Bolivia, que hace de local en el estadio con mayor altura de la historia de los torneos Conmebol. Además, se medirá con Independiente Medellín de Colombia y Universidad César Vallejo de Perú.
Por otro lado, Belgrano cayó en el grupo de Internacional de Porto Alegre, el equipo de Eduardo Coudet que llegó a semifinales de la Libertadores en 2023 y que cuenta con figuras como Gabriel Mercado, Lucas Alario, entre otros. Pero también tiene rivales con poca experiencia internacional, como Delfín de Ecuador y Real Tomayapo, que a pesar de ser de Bolivia no cuenta con una gran altura a su favor.