Vladimir Putin ganó las elecciones presidenciales de Rusia con el 87,9% de los votos, según datos oficiales de la CEC (Comisión Electoral Central).
Con este resultado, al concluir su mandato, se convertirá en el líder ruso que más tiempo estuvo en el cargo en 200 años (asumió en 1999) y superará a Josef Stalin.
El segundo candidato más votado fue el comunista Nikolái Jaritónov con el 4,11% de los votos, seguido por el representante del partido Gente Nueva, Vladislav Davankov, con 4,01%. El último es el ultranacionalista Leonid Slutski, que sumó el 3,11% de los sufragios.
“Es evidente que las elecciones no son libres ni justas, dado que Putin canceló a opositores políticos e impidió que otros se presenten contra él”, apuntó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Las elecciones se celebraron poco más de 2 años después de que Putin desencadenara el conflicto europeo más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial al ordenar la invasión de Ucrania.
La guerra sobrevoló los tres días de elecciones: Ucrania atacó en repetidas ocasiones refinerías de petróleo en Rusia y bombardeó regiones, algo que Putin dijo que no quedaría impune.
Aunque la reelección de Putin no estaba en duda dado su control sobre Rusia y la ausencia de verdaderos aspirantes que pudieran desafiar su poder, el líder de 71 años quería demostrar que cuenta con el apoyo abrumador de los rusos. Tras el cierre de las urnas, la participación en todo el país sumó el 74,22%, superando los niveles de 2018 del 67,5%.
Los partidarios de Alexei Navalny, que murió en una prisión del Ártico en febrero, habían pedido a los rusos que acudieran a la protesta “Mediodía contra Putin” para mostrar su disconformidad contra un líder al que tildaron de “autócrata corrupto”.
No hubo un recuento independiente de cuántos de los 114 millones de votantes rusos participaron en las manifestaciones de la oposición, en medio de un dispositivo de seguridad extremadamente estricto en el que participaron decenas de miles de policías y agentes de seguridad.
Al menos 74 personas fueron detenidas el domingo en toda Rusia, según OVD-Info, un grupo que vigila la represión contra la disidencia. En los colegios electorales de las misiones diplomáticas rusas, desde Australia y Japón hasta Armenia, Kazajistán y Georgia, cientos de rusos hacían fila al mediodía.
Durante los dos días anteriores se produjeron incidentes dispersos: algunos rusos prendieron fuego cabinas de votación o vertieron colorante en las urnas. Las autoridades rusas los llamaron “escoria y traidores”, mientras que los opositores publicaron algunas fotos de papeletas estropeadas con lemas que insultaban a Putin.
y que los servicios de inteligencia occidentales y Ucrania intentaron perturbar las elecciones.
Mientras que el primer mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, sostuvo que Putin quiere gobernar para siempre: “No hay legitimidad en esta imitación de elecciones y no puede haberla. Esta persona debería ser juzgada en La Haya. Eso es lo que tenemos que garantizar”.
También se votó en Crimea, que Rusia arrebató a Ucrania en 2014, y en lo que Moscú denomina sus “nuevos territorios”, otras cuatro regiones que controla parcialmente y reclama desde 2022. Kiev consideró ilegales y nulas las elecciones que se celebraron en partes de su territorio controladas por Rusia.