Con el mes cerrado, las mediciones de las consultoras superaron ese porcentaje, en especial cuando se observa el rubro alimentos y bebidas
Cuando el Indec informó, a mediados de este mes, la inflación de abril (6%), el Gobierno destacó la caída respecto de marzo y auguró una mayor desaceleración para mayo. Distintos funcionarios manifestaron su expectativa de que los precios suban 4% en el quinto mes del año, pero sus deseos y proyecciones no se hicieron realidad. La inflación de mayo superó ampliamente ese pronóstico y se ubicó cerca del 5%, según confirmaron fuentes oficiales. Para los privados, el dato superó incluso ese número y se ubicó entre 5% y 5,5 por ciento.
Si bien el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania se sintió especialmente en marzo y abril, la inercia que ya adoptó el proceso inflacionario sumado al ajuste de algunos precios relativos hicieron que el número vuelva a ser alto. De esta manera, la inflación acumulada en los primeros cinco meses del año trepó casi al 30% y 60% en los últimos doce meses. Hacia adelante, los pronósticos son cada vez menos alentadores; ninguno baja del 70% y ya hay analistas que hablan de una cifra de tres dígitos.
l problema es macro y más complejo de lo que se venía dando hasta febrero”, admiten en el Gobierno, disconformes con el resultado de este mes, más allá de que haya sido inferior al del mes previo. Más allá de haber acordado con el Fondo, hoy las expectativas le juegan una mala pasada al Gobierno, ya que las señales políticas son contradictorias. Mientras que desde la cartera económica se busca atenuar el déficit y avanzar hacia un ajuste de las tarifas para reducir subsidios, por ejemplo, desde el kirchnerismo duro presionan para que el sendero sea más gradual, lo que pone un fuerte manto de duda en torno a los números fiscales y su financiamiento. Tampoco ayuda la brecha cambiaria y el atraso del dólar en un contexto de restricción de divisas; y otro de los factores que preocupa es la carrera de los salarios contra la inflación, que finalmente suelen terminar perjudicados en contra del avance de los precios.
“A la fuerte inercia inflacionaria que venimos advirtiendo, se le sumarán las revisiones alcistas en las pautas acordadas en las paritarias (que en casos como Comercio o la UOCRA son consistentes con un promedio mensual del 5% de acá a fin de año), sumado al combustible extra que aportarán las subas de los servicios públicos y la mayor indexación del dólar, una preocupante distorsión de precios relativos y presiones externas por los altos precios internacionales. Así, la inflación en 2022 tendría un piso del 70%, el mayor registro de los últimos 30 años”, manifestó el economista de Ecolatina, Santiago Manoukian.
La consultora proyecta, en base a datos provisorios, un avance de precios del 5,4% en mayo, pero con alimentos nuevamente por encima del promedio, al igual que indumentaria. El registro del mes también estuvo impulsado por los ajustes en prepagas, combustibles, servicio doméstico y expensas, entre otros, remarcó Ecolatina.
En EcoGo también proyectaron 5,4% para mayo y un aumento en alimentos de 5,5%, también por encima del promedio. En este caso, el rubro que más impacta en los deciles de ingresos más bajos acumuló, según la firma, una suba del 35,1% en cinco meses. En diálogo con Infobae, la economista de la consultora, Milagros Suardi, coincidió con su colega de Ecolatina al prever para el año un piso de inflación del 70%, con un escenario de desaceleración que converja a un promedio de 4% mensual en los meses que restan. De todos modos, para junio esperan que la inflación desacelere aún más, pero que igual se mantenga por encima del 5%, “dado que se conjugan aumentos de tarifas eléctricas y de gas, en la medicina prepaga y un posible adelantamiento en la actualización de precios cuidados”.
Por otra parte, el IPC que realiza la consultora Libertad y Progreso arrojó un avance del 5% el mes pasado y un acumulado en cinco meses del 29,2%. Según remarcó la firma en un informe, “es la inflación acumulada más grande para los primeros cinco meses del año desde 1991. Dentro de la última década, solo se acercan el 2021, con 21,5%, y el 2019, con 19,2%”. La tasa de inflación interanual fue del 60,6% y los rubros que más aportaron a la suba del mes fueron: “Alimentos y Bebidas no alcohólicas” (5,2%), “Vivienda, Agua y Electricidad” (7,3%) y “Restaurantes y Hoteles” (7,3%).
También dio a conocer su relevamiento de precios minoristas para GBA C&T, y fue de 5,3% en mayo. Para la consultora, indumentaria volvió a ser el rubro de mayor incremento; le siguió educación, por el ajuste demorado en los colegios de la provincia de Buenos Aires; y Salud volvió a mostrar el resultado de la combinación del sostenido aumento de los medicamentos con un nuevo ajuste en las prepagas. En equipamiento y mantenimiento del hogar, a los fuertes incrementos en electrodomésticos y productos de limpieza, se sumó el aumento salarial de las empleadas domésticas. Alimentos y bebidas trepó 5,4% y en transporte pesaron el alza de los combustibles, los precios de los autos y, en CABA, el aumento del taxi que se dio a mediados de abril.
En lo que a alimentos respecta, la consultora LCG relevó que la suba promedio de las últimas cuatro semanas fue de 5,2% y que los rubros que más subieron en mayo fueron aceites (7,5%); condimentos y otros productos alimenticios (7,4%); bebidas e infusiones para consumir en el hogar (6,4%); carnes (6,4%) y productos de panificación, cereales y pastas (6,2%).