Es la vacante que dejó en la Cámara Federal de Casación Liliana Catucci. Por ese tribunal pasan todas las investigaciones y los juicios de corrupción y crimen organizado. Los concursantes se presentaron al examen
Uno de los lugares más importantes de la justicia federal se empezó a poner en juego. A los 8:30 horas 44 postulantes se presentaron a dar el examen para llegar a un lugar en la Cámara Federal de Casación, el tribunal por el que pasan todas las investigaciones y los juicios orales de corrupción y crimen organizado que hay en el país. Es un asiento de los tribunales de Comodoro Py más preciados y que la política mira siempre de cerca.
El puesto en juego es el que dejó en septiembre pasado Liliana Catucci en la Sala III de Casación. Catucci era una histórica del tribunal que llegó cuando se inauguró en los 90 años durante el gobierno de Carlos Menem. La jueza se jubiló cuando llegó a los 75 años y no obtuvo un fallo judicial que le permitiera continuar. La vacante es la única que hay en Casación. Los otros 12 lugares están ocupados por jueces titulares.
Con la salida de Catucci, el Consejo de la Magistratura de la Nación convocó al concurso público para cubrir la vacante. Se inscribieron 95 personas, entre jueces y abogados. Pero el concurso se inició con polémica. Uno de los inscriptos fue el juez federal de Mendoza Walter Bento, que está procesado con prisión preventiva -que no se hace efectiva por sus fueros como magistrado- por integrar una asociación ilícita que cobraba coimas a cambio de resoluciones judiciales favorables.
Por esa situación, el Consejo lo excluyó del concurso. Fue la primera decisión que tomó el Consejo con su nueva integración tras la llegada a su presidencia de Horacio Rosatti, titular de la Corte Suprema.
La exclusión de Bento fue por unanimidad porque el reglamento de concursos establece que no se pueden inscribir quienes “estuvieren sometidos a proceso penal pendiente por delito doloso; en el cual se haya decretado auto de procesamiento”. Y esa es la situación de Bento que además tiene dictada la prisión preventiva que no se puede efectivizar porque cuenta con fueros de detención por su cargo de juez.
El concurso comenzó formalmente hoy con el examen escrito. Es una prueba donde los postulantes deben resolver un caso judicial que el jurado les plantea. La prueba se hizo en la Oficina de Subastas Judiciales del Poder Judicial de la Nación, ubicada en el barrio porteño de Once.
De los 95 inscriptos, 70 confirmaron que se iban a presentar al examen pero solo fueron 44, de los cuáles 12 son mujeres.
Entre ellos hay varios jueces de Comodoro Py que conocen de cerca de la Cámara de Casación. Algunos de ellos son Jorge Gorini, juez del tribunal oral que actualmente juzga a la vicepresidenta Cristina Kirchner, y que tuvo otros casos como las tragedias de Lapa y de Once. Los también magistrados de tribunales orales Gabriela López Iñiguez, José Michilini y Fernando Machado Pelloni. López Iñíguez y Michilini absolvieron a Cristina Kirchner en la causa por la firma del memorándum con Irán. La jueza fue una de las que condenó a Báez por lavado de dinero y al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido por la tragedia de Once. Michilini condenó al ex secretario de Obras Públicas José López por sus bolsos con nueve millones de dólares y tuvo el caso dólar futuro en el que rechazó absolver a Cristina Kirchner, lo que luego hizo la Cámara de Casación.
En el listado también están Pablo Bertuzzi, juez de la Cámara Federal de Comodoro Py trasladado durante el gobierno de Mauricio Macri, lo que fue objetado y terminó en una causa en la Corte Suprema; el juez de primera instancia Sebastián Ramos; su colega de Tucumán Fernando Poviña; el abogado Maximiliano Rusconi, ex Fiscal de Investigaciones Administrativas y que estuvo ternado para ser fiscal de Casación Federal; y el integrante de la Corte Suprema de Mendoza Omar Palermo.
Junto con López Iñiguez hay otras mujeres inscriptas, entre ellas la defensora oficial ante los Tribunales Orales Pamela Bisserier, la integrante del Tribunal Oral Penal Económico 3 Karina Perilli y la jueza de Ejecución Penal Jimena Monsalve, que fue secretaria de Casación. Bisserier y Perrilli ya participaron del anterior concurso para Casación y habían quedado ternadas pero fueron elegidos otros magistrados para los cargos.
Las mujeres pueden ser clave en el concurso. Es que con la salida de Catucci muchos creen que su lugar debe ser para una mujer para respetar la paridad de género en Casación. De sus actuales 12 integrantes solo dos son mujeres, Angela Ledesma y Ana María Figueroa. Y en las últimas designaciones en Casación -en 2018- fueron nombrados cuatro hombres Guillermo Yacobucci, Daniel Petrone, Diego Barroetaveña y Javier Carbajo.
El examen de hoy es el primer paso. Luego el jurado hará las correcciones y pondrá un puntaje, que puede ser impugnado para que sean recalificados. Con eso se hace un primer puntaje a los candidatos. La Comisión de Selección del Consejo después pone un segundo puntaje por los antecedentes laborales y académicos de cada candidato. Así surge un orden de mérito de los mejores que son convocados a una entrevista personal para la calificación total y definitiva.
Luego se pasa a la etapa más política. El Consejo elabora una terna que debe ser aprobada para que pase al Poder Ejecutivo donde se elige a uno de los postulantes para que se nombre sea aprobado por el Senado de la Nación.
Pero el trámite no es sencillo. Hoy el Consejo tiene terminado los concursos para tres juzgados de primera instancia, dos vacantes en la Cámara Federal y media docena de cargos en los Tribunales Orales Federales, todos de Comodoro Py. Pero no hay acuerdo político entre el oficialismo y la oposición para aprobarlos. El concurso por Casación podría correr la misma suerte. Y el año que viene es de elecciones presidenciales en el país, lo que complejiza más el escenario.
La expectativa es que la llegada de Rosatti al Consejo pueda acercar al oficialismo y la oposición a construir nuevos acuerdos.