El expresidente habló de un “segundo tiempo” y la coalición opositora comenzó a reorganizarse con nuevos cuadros políticos que continúan marcando diferencias entre “macristas y larretistas”. La UCR, con Morales a la cabeza, busca disputarle espacios al PRO.
La irrupción en el centro de la escena mediática del expresidente Mauricio Macri, quien volvió a amagar con postularse nuevamente como candidato presidencial, agitó el tablero de Juntos por el Cambio (JxC), donde los tiempos electorales rumbo a 2023 ya se adelantaron y los distintos sectores buscan posicionarse.
Antes de viajar a Europa a participar a una competencia de bridge y cumplir sus responsabilidades como directivo de la FIFA, Macri quiso marcar la cancha y brindó algunos reportajes que repercutieron fuerte en el espacio opositor.
Sobre todo porque el exmandatario habló de nuevo de un “segundo tiempo”, la forma en la que siempre se refiere en términos futbolísticos a un posible retorno al poder de la oposición en los comicios del año próximo.
También sorprendió puertas adentro de la coalición opositora el hecho de que Macri dejara en sus distintas declaraciones distintas definiciones de cómo debería ser un Gobierno opositor desde 2023: sin gradualismo y con un plan de shock para reducir el déficit fiscal. Hasta habló de privatizar Aerolíneas Argentinas si la empresa de bandera no genera sus propios ingresos.
Desde la vereda opuesta de la interna, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, realizó una gira internacional que lo llevó por Alemania y por España, donde se presentó como un presidenciable y también brindó definiciones.
Interna en la coalición
El alcalde porteño dejó en claro en su incursión europea que JxC debe ensayar otra fórmula económica en caso de llegar al Gobierno -en una crítica velada a lo hecho durante la gestión macrista- e insistió en su idea de una amplia coalición política para gobernar.
Este último punto sigue marcando diferencias entre larretistas y macristas, ya sea que la candidatura de los “halcones” recaiga en Macri o en Patricia Bullrich: el jefe de Gobierno porteño quiere ampliar la coalición con peronismo, socialistas y progresistas, mientras que el PRO macrista analiza incorporar a los libertarios, la nueva oferta política que le viene “comiendo” electorado al PRO por derecha.
Mientras tanto, la pata radical de la coalición parece, de momento, más enfrascada en mirarse hacia adentro y planificar programas para un futuro Gobierno que en hablar de candidaturas, y distintos hechos en los últimos días marcaron esta tendencia.
Por un lado, el Comité Nacional de la UCR, con Gerardo Morales a la cabeza, encabezó un multitudinario encuentro con intendentes radicales de todo el país en Parque Norte.
Es que el radicalismo quiere disputarle espacios al PRO y apuesta por empezar por el primer nivel de Gobierno: los municipios.
En ese acto, Morales le apuntó a Macri: “Hay mucho ruido en JxC, y ese ruido tiene que ver con que el radicalismo se está poniendo de pie. No queremos dueños, tampoco vamos a ser dueños. Tampoco quiero un gobierno de CEOs y que nos autodenominemos el mejor equipo del mundo”.
Asimismo, dejó en claro que la UCR no permitirá alianzas con el sector que encabeza Javier Milei, en otra clara diferenciación con el macrismo.
El nacimiento de un nuevo espacio
Hacia el mismo sentido de organizar la tropa interna apuntó el lanzamiento en territorio bonaerense de la Fundación Poder: alentada por el titular de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, el espacio busca generar planes de Gobierno para quien ostente la candidatura a gobernador por el espacio.
Las novedades y armados en territorio bonaerense no se frenan: todos los espacios saben que la provincia es la “madre de todas las batallas” en el terreno electoral.
Patricia Bullrich lanzó días pasados su propia corriente, La Provincial, y empuja como candidato al intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, exministro de Energía de la gestión Macri.
Los intendentes bonaerenses del PRO tampoco pierden el tiempo y ya se vienen agrupando: hicieron una primera cumbre en Mar del Plata y días pasados ya se reunieron por segunda vez, esta vez en Morón. Quieren que de entre sus filas salga un candidato a gobernador.
Otra de las novedades fue la apuesta de Larreta para ese territorio: el diputado Diego Santilli, que sigue sumando cuadros políticos para su proyecto de la gobernación.
Primero había sido Florencia Arietto, la especialista en seguridad que militaba junto a Bullrich y que pasó a sus filas. En los últimos días, en tanto, anunció otro pase: Florencia Casamiquela, quien fuera en los últimos años una de las espadas de Florencio Randazzo, ya pegó el salto al barco de Santilli.
La movida confirma la apuesta del larretismo por sumar referentes de distintas extracciones.