El monto se sumará a los US$ 18.500 millones acordados el año pasado por las autoridades monetarias de ambos países. Lo anunció la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, y se enmarca dentro de los acuerdos obtenidos durante la reciente visita de Alberto Fernández.
El Gobierno anunció la ampliación del swap (intercambio) de monedas con la República Popular China por US$ 3.000 millones, que se sumarán a los US$ 18.500 millones acordados el año pasado por las autoridades monetarias de ambos países.
“Se acordó con la República Popular China una ampliación del swap monetario por US$ 3.000 millones”, señaló la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, en su habitual conferencia de prensa de los jueves en Casa de Gobierno.
Este nuevo desembolso chino que consolida las reservas del Banco Central (BCRA) en enmarca dentro de los acuerdos políticos y económicos obtenidos durante la reciente visita del presidente Alberto Fernández al gigante asiático.
Es más, Cerruti aseguró que también se “estudia ampliar los posibles usos” de esas reservas, que en la práctica representan una suerte de préstamo contingente que no tiene costo mientras no se active.
Los detalles
Desde el Banco Central tomaron con cautela el anuncio de Cerruti, interpretando que se trata “en un acuerdo político mientras se siguen negociando los detalles técnicos” en cuanto al monto y los tiempos del ingreso de los yuanes a las reservas de la entidad monetaria.
Actualmente el intercambio de monedas entre el BCRA y el Banco de la República Popular de China es de 130.000 millones de yuanes, equivalentes a unos US$ 18.700 millones, que llegarán a un total de US$ 21.700 millones una vez que se cierre la letra chica del acuerdo entre ambas autoridades monetarias.
Si bien el swap con China no tiene costo mientras se encuentre inactivo, queda contabilizado dentro de las reservas internacionales y está disponible para ser utilizado inmediatamente ante una crisis cambiaria.
Cuando eventualmente se utiliza, el swap está pactado de acuerdo a la tasa interbancaria de Shanghai, la Shibor, que actualmente roza el 6% anual.
Cerruti indicó que se busca no solo ampliar el monto, sino también “estudiar la posibilidad de que se pueda utilizar para otras cuestiones” y no sea únicamente un “asiento contable, que es el uso que se tiene en este momento”.
Para ello, el Gobierno se encuentra “conversando con los organismos que corresponden, para ver qué otros tipos de usos se le puede dar a esta ampliación del swap”, señaló la funcionaria.
En el proceso de renovación de 2020, ambos países acordaron eliminar el requisito de mantener un acuerdo con el FMI para sostener el swap y ahora se analiza que se puedan utilizar esas divisas como parte del intercambio comercial entre ambos países.
El swap con China se suscribió originalmente en 2011, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta, y equivalió a un crédito por US$ 10.200 millones, por tres años, con posibilidad de renovación, la cual se concretó en 2014 por US$ 11.000 millones, en 2018 por la misma cifra, y se amplió en 2020 a US$ 18.700.
El acuerdo con China forma parte de la estrategia argentina de reforzar sus reservas internacionales, ya sea a través de una mayor cobertura de Derechos Especiales de Giro (DEG) provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), o a partir de los renovados convenios políticos y comerciales con las autoridades chinas.
De hecho, la China expresó su “firme” apoyo a la Argentina en sus “esfuerzos para preservar la estabilidad económica y financiera”, en el marco del acuerdo que el país alcanzó con el FMI.
“La Parte china está dispuesta a estudiar con la parte argentina y otras partes proyectos de canalización de los DEG del FMI y de expansión de su uso, con el objeto de fortalecer el desarrollo económico, la estabilidad financiera y el comercio bilateral”, dice la declaración conjunta firmada entre los gobiernos de la Argentina y China el último fin de semana.